Debo reconocerle, de entrada, una gran virtud a este capítulo 14 de la segunda temporada de
Revolution: me ha vuelto a conectar con mis ganas de ver lo que sigue en esta ficción futurista. El episodio termina con un giro inesperado en el arco de Aaron y, por lo que se ve en las imágenes promocionales del siguiente, dicha estructura se trasladará al resto de la trama. ¿Qué pasaría si, de buenas a primeras, nuestros personajes amanecieran el 5 de marzo de 2014, no en su mundo alternativo, sino en una realidad que, a primera vista, es la nuestra?
Pero no me voy a adelantar, que de eso se supone charlaremos en unos días. Hoy le toca a
Fear and Loathing, el episodio en que se demostró que el motor dramático de esta serie son las mujeres. No sólo porque fueron ambas chicas Matheson las que salvaron el día en sus respectivas tramas, sino porque son los personajes femeninos los que impulsan la acción de sus compañeros de equipo, sea directa o subrepticiamente. Veamos cómo y porqué.
1) ¿Tienen las nano las horas contadas?
En la trama de Aaron Pittman, las cosas alcanzan un momento decisivo. Las nano saben que la manera de llegar hasta el corazón del creador de su conciencia es por medio de Cynthia, la mujer por quien aún está de duelo, y es por ello que se le presentan bajo su imagen para contarle que están en peligro de muerte. Han descubierto que su programa tiene un vicio, un error. A medida que el programa "corre", ese error se va profundizando y, en algún momento, tendrá consecuencias fatales. Las nano le piden a sus creadores que corrijan ese fallo. Por supuesto, el tío Pete quiere ayudarlas. Mamá Priscilla pretende dejarlas "morir". Papá Aaron parece comprender que no tiene más salida que ayudar... hasta que demuestra que no sólo presta atención al amor pedido, sino también al aparentemente recuperado y, haciendo caso de los temores de su antigua esposa, intentará desestabilizar el sistema de las nanomáquinas introduciendo algo nuevo en su código. No me quedó claro si era un virus o una profundización del error que se pretendía subsanar... o alguna otra cosa. Solicito a los especialistas en programación que, eventualmente, lean estas líneas, que me aclaren la cuestión, si son tan amables...

Lo que sí me resultó evidente es que, para Pittman, sus mujeres tienen un peso fundamental a la hora de tomar decisiones. Sabia su actitud...
Lo que no me cerró: si las nano "están en la cabeza" de Aaron y pueden, incluso, interpretar sus deseos y voluntades... ¿cómo no se dieron cuenta que iba a traicionarlas? Esas son las flojeras de guión que me dan tanta grima...
2) ¿Qué sería de tu vida sin la rubia?
En la trama de los Neville con los Matheson (ex-cuñados, devenidos pareja al fin) también son vitales las referencias femeninas. En primer lugar, porque todo lo que Tom y Jason están haciendo es por recuperar a Julia. Esto finalmente termina sabiéndose...
Miles ha abandonado, para mi delicia absoluta, esa actitud de pasmado sumido en el marasmo que venía caracterizándolo durante esta temporada. Finalmente toma decisiones,
piensa, analiza las situaciones como estratega y actúa en consecuencia. Bravo, morocho, me gustan los hombres inteligentes y te venías pasando de pánfilo, corazón.
En Willoughby, que va camino a transformarse en el pueblito del horror, ha aparecido el ex marido de Julia, Victor Doyle. Matheson propone tenderle una emboscada y sacarle información. Ya, lo de siempre, mi morocho pega primero y pregunta después. Pero, por suerte, se da cuenta a tiempo que en realidad el emboscado es él: los Neville están a punto de venderlo cuando Miles reacciona y hace dos más dos, a tiempo. Le jugaba en contra la diferencia de número: eran dos contra uno (y aquí yo me pregunto si no era que el General podía cargarse él solito media docena... ¿o lo que vimos en el primer capítulo de la primera temporada no cuenta? ¿O será que, en el fondo, no quiere terminar con los Neville? Sí, ya sé que para la trama no funcionaría que los liquidara, pero por lo menos que lo escriban de una manera más creíble, changos...).
Vale, vuelo al hilo: le jugaba en contra la diferencia de número... hasta que apareció Rachel, y le salvó las papas del fuego. ¿Creías, por ventura, morocho mío, que ibas a lograr que la cabezona de tu mujer se quedara sentadita esperando a que tú solito le resolvieras el problema? Qué poco que entiendes del género femenino, varón...
Mi pedido a los señores guionistas: no se olviden que BB sigue apareciendo primero en el reparto. Por favor, que se note en las próximas entregas. Dos o tres escenitas que no llegan a contar más de cinco minutos en un episodio es demasiado poco para habilitar la zona fangirl... y este blog VIVE de la zona fangirl, así que en fin...
Vamos, morocho, lo tuyo es la acción...
3) Las ternezas que esconde tu corazón de tirano...
Bass me resulta irreconocible, y eso ya no sé si es bueno o malo. Claro, sabemos que no es el villano plano, nos hemos enterado de los dolores de su pasado y hemos visto cómo ha ido reaccionando frente a las circunstancias cambiantes de su vida. Pero, en el fondo y en la superficie, hasta el capítulo anterior seguía siendo un psicópata.
Y me gustaba que lo fuera, qué tanto. Es más, con una amiga lo teníamos bien arriba en nuestra lista de psicos preferidos, junto con Moriarty (
Sherlock - BBC) y el Loki del niñito Hiddles.
Parece que la paternidad le pegó duro a Sebastian. Y no es que me queje, porque esta nueva faceta suya me está conmoviendo (de hecho, creo que David Lyons se robó literalmente el capítulo, para delicia de sus fans...). Pero no deja de resultarme rarísima. Será que me tengo que acostumbrar...
La cuestión es la siguiente: el antiguo jefe de Bass, cabreado al descubrir que han pretendido timarlo, captura a los dos Monroe y monta tremendo show. Ambos deberán combatir a muerte, en una pelea jugosísima para el centro de apuestas que se ha organizado en New Vegas. Tienen escasamente un día para consolidar su vínculo, en una jaula que me hacía acordar a las grandes pajareras de un zoológico, antes del aciago evento.
Y Sebastian decide que vale la pena ofrendar su vida en pos de la de ese hijo al que apenas conoce, y al cual siente que le ha fallado de todas las maneras posibles. Decide entrenarlo para que sea capaz de ganarle limpiamente, ya que se los ha amenazado con acribillarlos ni bien se sospeche que alguno se está dejando pegar. Para ello, le revela su única debilidad (una que ni siquiera Miles conoce): no tiene visión periférica en el ojo izquierdo, a causa de una granada que "explotó demasiado cerca".

Obviamente, Connor no quiere asesinarlo. Y entonces, Monroe le explica que debería estar saltando de ganas de hacerlo. Aquí volvemos a ver la centralidad de las mujeres como motores de la trama: Bass le confiesa a su hijo que, de una u otra manera, él ha sido responsable por la muerte de Emma Bennet... El muchacho monta en cólera. Monroe Senior, entonces, se sincera: reconoce que, en algún momento, todo se había ido por la cloaca. Su idea al organizar la Milicia no era terminar como efectivamente acabó (aunque no se han tomado los guionistas el trabajo de aclararnos qué pretendía lograr Bass con ella), y quiere que su hijo se salve para que tenga la oportunidad de recuperar esa República con la cual, hasta cierto punto, su padre soñaba.
Reconozco que, un poco, me perdí. No me queda muy claro cuál era el proyecto de Sebastian (y calculo que a su hijo, que lo conoce menos que nosotros, los televidentes, tampoco...) pero me conmovió que todo ese
mea culpa viniera impulsado por la necesidad de salvar a su vástago. Algo se ha quebrado en el corazón de mi tirano favorito desde el momento en que pudo mirarse en los ojos de su hijo. ¿Será que no le ha gustado lo que ha visto reflejado? ¿Será que esperaba una admiración que, evidentemente, Connor no siente por él? ¿O, al menos, un reconocimiento? No lo sé... y tampoco estoy segura que este sea su camino a la redención total. Por otra parte... ¿necesitamos que Bass se redima? ¿No sería una salida harto simplista para uno de los personajes más complejos y profundos de esta serie? ¿No alcanza con la redención -siempre a medias, siempre tironeada por sus instintos de miliciano medio bestia- de Miles? Siento que sería repetir un modelo...
Mientras los Monroe enfrentan sus dilemas existenciales... la pequeña Matheson decide salvarlos. Alguien del cast acotó por ahí que el personaje de Charlie es una "mini Miles", y la verdad es que no sólo estoy de acuerdo sino que me encanta. Lo que se hereda no se roba, qué tanto...
La cuestión es que, luego de ser traicionada por Duncan Page
, la Madama de Mercenarios, y entregada a un prostíbulo del cual ella solita se encarga de librarse, nuestra Charlie logrará que la propia mercenaria quede en deuda con ella, cuando le salve la vida frente al ex-jefe de Bass. Y esa situación disparará la refriega durante la cual será posible que escapen padre, hijo y rescatadora. No sólo eso: en prueba de gratitud, Duncan entrega cinco de sus mercenarios para que sirvan bajo las órdenes... no de Sebastian, sino de la propia Charlie. Como dije en otra oportunidad: has recorrido un largo camino, muchacha...
La presencia de ánimo de esta chica es apabullante...
Una última cosita en este arco: antes de la pelea final, Bass le dice a su hijo algo así como: "No te quedes solo. Cuando salgas de ésta consigue una chica...
no Charlie... que te quiera. Ten hijos, forma una familia..." A ver, a ver... ¿por qué Charlie no? ¿Porque es la hija de tu amigo? ¿Porque ella no lo quiere? o... ¿porque los guionistas te la están reservando, varón? Nos siguen trolleando con el Charloe. Si me preguntan a mí, apuesto a que sí va a haber Charloe antes que termine la temporada... después háganme acordar de esto...
En fin, lo dicho al principio: lo decisivo se va a saber en el capítulo próximo. Ahí veremos para dónde están buscando "liquidar" la serie. Por lo pronto, debo decir que este episodio me conformó... aunque yo quisiera más morocho, si es posible.