lunes, 24 de febrero de 2014

"Eva y Adán". Érase una vez... la condición humana.

Eva y Adán. Obra teatral marplatense, versión libre de El Diario de Adán y Eva, de Mark Twain.

Teatro "La Bancaria" (San Luis 2069, Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, República Argentina)

Ficha técnica:

Eva: Violeta De Lisi
Adán: Mauro Martínez

Dirección: Mauro Martínez
Asistencia de Dirección y Vestuario: Violeta De Lisi
Operación Técnica: Adrián Manes / Alejo Martínez
Edición de Sonido: Gabriel Roselli
Diseño Gráfico: Georgina Ciarniello
Fotografía: Sabrina Spadari

Todas las temporadas veraniegas, la cartelera teatral de Mar del Plata (mi ciudad) se ve enriquecida por múltiples propuestas. No olvidemos que se trata de lo que el círculo de los operadores turísticos denomina "temporada alta", la época en que mayor caudal de paseantes converge sobre la región. Tenemos, por lo tanto, un amplio abanico de opciones que abarcan los más variados géneros. Además, no sólo suben a escena producciones (y mega-producciones) venidas de la Capital Federal, sino que en múltiples circuitos muestran sus obras diversos y talentosos elencos locales.
Justamente, sobre uno de estos últimos trata la entrada de hoy.
Hace pocos días tuve la oportunidad de asistir a una función de Eva y Adán, puesta local que versiona libremente el clásico Diario de Adán y Eva, de Mark Twain. Mañana, martes 25 de febrero, será la última vez que este sólido espectáculo se presente durante la actual temporada y, por esa razón, no quería dejar pasar el tiempo para comentarlo y, a aquellos que estén en la ciudad, recomendárselos.
La obra aborda un asunto delicadísimo, como lo es la construcción del vínculo de pareja, tomando como referencia al primer hombre y la primera mujer. Transita desde la comedia más desopilante hasta el más desgarrador de los dramas, y lo hace con una maestría y una serenidad, con una total ausencia de tonos forzados que, evidentemente, se lo debemos al buen saber actoral de sus protagonistas, De Lisi y Martínez. Ambos destacan sobre el escenario: han logrado establecer un complemento en el cual cada uno brilla con luz propia, al tiempo que colabora con el lucimiento de su compañero.
Recurriendo a un humor muy delicado, y sin caer en lugares comunes, la obra delinea las características fundamentales de lo que en nuestra cultura se asocia con la condición femenina y con el "ser varón", dejando además en evidencia que, ante las situaciones de crisis, los estereotipos fracasan estrepitosamente.
Es notable, por ejemplo, la manera en que el personaje de Mauro Martínez aborda la construcción de la paternidad. Ternura y torpeza se conjugan de una forma que, a aquellos que hemos tenido el privilegio de acompañar a algún varón en la aventura de transformarse en papá por primera vez, nos resuena profundamente. Son esos momentos en los cuales, sobre el escenario, vemos representarse y hacerse palpable algo que sentimos como una verdad profunda.
Violeta De Lisi, a su vez, da vida a una entrañable Eva, una mujer a la cual -como pronto descubre Adán- resulta imposible pasar por alto y, más allá de las idas y venidas provocadas en gran parte por su desmedida verborragia, estamos compelidos a amar, porque es simplemente encantadora.
Mención aparte merece la puesta en escena. Con una economía de recursos elogiable, la escenografía y la musicalización nos remiten a un ámbito selvático desbordante que, merced a la adaptación del director, rápidamente vincularemos con las Cataratas del Iguazú... y el recurso no me parece para nada equivocado. Confieso que en su momento, cuando tuve la suerte de visitarlas, sentí que el Paraíso bíblico puede haber sido muy similar a esa región.

Aquí les dejo el spot publicitario... por si quieren darle una miradita...

Qué merecido sería que esta singular Eva y Adán pudiera trascender la temporada de verano y la región marplatense, para subir a otros escenarios y llevar su mensaje -ese mensaje tan humano, con tanta resonancia en el interior de cada uno de los espectadores- a muchas otras latitudes. Desde este rinconcito, la loca quiere hacer su mínimo aporte... Sé que muchos de mis lectores más frecuentes están demasiado lejos para presenciar el martes la última función, pero si este mensaje llega a algunos marplatenses, la consigna es que no lo dejen pasar...

martes, 11 de febrero de 2014

Historias del irlandés malandra.

Estamos en la semana de San Valentín. Supongo que se habrán enterado... en mi país despotricamos contra las fiestas importadas del norte en los últimos años, pero más de un empresario hace su agosto a costa de ellas. Y ni les cuento lo que son las emisoras de radio: a veces tengo temor que terminemos todos el 14 con un coma diabético.
En fin, imagino que no hace falta aclararles que soy lo menos valentinera que existe. O a lo mejor debería decir que es al revés, que todo mi año es un perpetuo Valentine's day, lo cual también es notable si me han tenido paciencia durante todo el tiempo que llevo escribiendo mis gansadas chongueras en este blog. Salud. Lo dije.
Pero volvamos al tema. El domingo pasado tuvimos el adelanto de quince minutos de la cuarta temporada de Juego de Tronos, y para muchas de nosotras, ese fue un auténtico regalo del santo de los novios... (¿no era San Antonio...? en fin, modas son modas...) Y lo fue por varios motivos, uno de ellos porque tuvimos unos buenos momentos de los rubios favoritos de esta servidora: Jaime y Brienne.
Mas ha llegado la hora del sinceramiento. Mi cerebro se fugó justo a 1:13 minutos del especial, por culpa de ese irlandés malandra o, mejor dicho, de la criatura perversamente seductora por él encarnada: Lord Trollton - Lord Sanguijuela - El Señor de Fuerte Terror - El Usurpador del Norte - Roose el Peligroso... en fin, Lord Bolton. Y ahora se dejó la barba. Oh, my... esas cosas no se hacen, señores de la HBO. No justamente cuando el general Matheson está de receso. No, no y no.


No, seguro, claro que no... la foto me la mandó Any anoche, para conjurar mi insomnio boltoniano.
 

Bah, a quién quiero engañar. Resistirse es inútil. Desde que mi subconsciente me vendió al enemigo, allá por septiembre, he de reconocer que el Roose de McElhatton me tiene derretida. Mal, pero muy mal.

Hay que sacar algo constructivo de este ataque de chonguismo. Y, justamente, lo positivo del caso es que pude conocer algo más de la carrera de un actor del cual, hasta Juego de Tronos, no tenía la menor noticia. Y del que sigo sabiendo menos de lo que me gustaría.

Veamos. Michael McElhatton, irlandés, con una prolífica carrera en el cine y la televisión de su patria, especialmente en la RTE, tanto en el rubro dramático como en la comedia. También actor de teatro. Aquí su ficha completa de IMDb: http://www.imdb.com/name/nm0568385/

Su edad es un misterio, uno de los secretos mejor guardados de la red. Obviamente, desconocemos su fecha de cumpleaños. De la mayoría de los actores se encarga internet de facilitarnos fecha de nacimiento, altura y hasta peso. No de Mr. McE. Sus fans en tumblr (un grupo reducido pero compacto y ruidoso... con el cual he contribuido, sin dudas) especulan, basándose en una entrevista del 2009, que debe andar pisando los cincuenta. Si les soy sincera, no tengo la menor idea. Me desconcierta, no me imagino cuántos años pueda tener. Y en el fondo, ni falta que hace.

Porque lo que importa es su trabajo. Y no voy a volver sobre Lord Bolton, porque ya dije todo lo que tenía que decir en otro lado y allí expliqué claramente porqué la interpretación del irlandés me puede, así, sencillito. Me puede.

Es que, claro, después de terminada la tercera temporada de JdT, me ganó la curiosidad y me puse a mirar cuanto material en el cual trabajara cayó en mis manos. Porque, ustedes ya lo saben, soy una fanática aplicadísima y me la paso haciendo la tarea. Y esto fue lo que encontré, buscando por los datos de IMDb (de lo cual, lamentablemente, hay mucho que resulta dificilísimo de hallar).

The Fall: miniserie policial británica de cinco episodios, uno de cuyos roles protagónicos corre a cargo de mi admirada Gillian Anderson, la recordada Scully de The X-files.
Aquí el Sr. McElhatton interpreta a un policía corrupto, y le sale absolutamente maravilloso. En un punto, mientras lo miraba, pensaba "guau, es Roose en ropa moderna". Su primer toma, en el episodio número uno, es de lejos, de sobretodo, entre los patrulleros. Sí, hiperventilé.



Intermission: largometraje del género comedia. Entre otros conocidos, dos de los personajes principales los interpretan Colin Farrell y Cillian Murphy. Están graciosísimos los dos: junto con un tercer amigo intentan una jugada para salir de pobres y, de paso, recuperar el amor de la novia del personaje que hace Cillian, que lo ha abandonado por un hombre mayor, empleado bancario de jerarquía, que ha dejado a su esposa por ella. Sí, señores. El bancario buenmozón está a cargo de McElhatton. Su última escena es una auténtica joyita. Los que odian a Bolton deben haberla disfrutado a full. Maravillosa y bizarra.



Perrier's Bounty: nuevamente nos encontramos con Cillian Murphy, ahora acosado por la banda del maleante Perrier, al cual parece que le debe dinero. Uno de los secuaces del susodicho es el gángster Ivan... que esconde un secreto que se las trae. Claro, Ivan es McElhatton. La escena en que ese secreto se descubre es para entrar en coma de la risa. A don McE le sale divina.



También se consiguen bastante fácil los capítulos de Ripper Street y el de Zen donde tiene una participación secundaria. De esos no comento nada porque me falta verlos completos. Lo mismo con Titanic, Sangre y Acero, donde también interpreta un papel pequeño pero permanente.

Tengo una amiga que es una auténtica Bolton hater, que me lo tiene en interdicto a McElhatton de por vida, y que, sin embargo, me hace estas capturas de pantalla, para luego mandármelas diciendo "no puedo ver tranquila Zen sin que se me cruce tu malandra..."

Bueno, supongo que al final sí voy a festejar San Valentín y, como dijo Malena por ahí, va a ser con Bolton. Y, como decía Daniel Rabinovich, el de Les Luthiers, en el scketch del harem... "que Alá me ayude".

PD: Si alguien sabe cuándo cumple años... que me avise, por favor. Mera curiosidad, insisto.



sábado, 8 de febrero de 2014

"La Roca para el Gnomo" y algunas otras esperanzas -trasnochadas- para lo que sigue en Canción de Hielo y Fuego

Aprovechando el parate de Revolution, a consecuencia de los Juegos Olímpicos de Invierno, me puse a revisar borradores de antiguas entradas relacionadas con GoT y Canción... . Y me encontré con un artículo a medio terminar y que, por tal motivo, nunca había visto la luz. Se nota que lo estuve redactando mientras esperaba el inicio de la tercera temporada de la serie, pero con un ojo puesto en la aún sin fecha de publicación sexta entrega de la saga literaria. En éste desplegaba una serie de expectativas o "buenos deseos" acerca de lo que me gustaría leer en Vientos de Invierno y después. Repasándolas, me doy cuenta que iban más allá de las buenas intenciones... son una serie de esperanzas trasnochadas e ilusorias en su mayoría. Pero, qué más dá, si de sueños también se puede vivir (siempre que se tenga la barriga llena, claro está). Así que he decidido retomar el artículo, aggiornándolo en algunos puntos, y advirtiendo a quienes no hayan leído hasta Danza de Dragones incluido que esto va a estar plagado de spoilers... Y bien, comencemos...



1) Como reza el título de esta entrada, mi primer esperanza tiene que ver con quién será el heredero de Roca Casterly. “La Roca para el Gnomo” para mí es una especie de consigna política sobre Poniente. Tyrion no sólo es el más capacitado para convertirse en cabeza de Casa, sino también el que más se merece una reivindicación. Y no me vengan con lo del parricidio. Me extraña que no se lo haya cargado antes a don Tywin, con todo lo que tuvo que soportarle desde que nació. Si hubiese algún sentido de justicia (y conste que digo “si hubiese”, porque tan ingenua no soy…) mi querido amigo el Enano tendría que ser el próximo Lord Lannister. ¿Que estoy desheredando a mi niño bonito? A ese yo le reservaría otra cosa…





2) El largo y ardoroso invierno del León y la Doncella. Y claro, a estas alturas es más que obvio que yo quiero a Jaime y Brienne compartiendo... bueno, compartiendo todo. En varias ocasiones y foros muchos fans del Jaienne hemos expuesto nuestras dudas acerca que la pareja llegue a un buen final: o muere uno, o el otro, o los dos... a manos de Lady Stoneheart, o enfrentando a los Otros, o en cumplimiento de la profecía de AA y NN, o como víctimas de la justicia de la Reina Daenerys (si llegara a serlo). Pero, como bien me señalaron en otra ocasión, las estaciones de Poniente son muy largas y, antes de ese final aciago, pueden llegar a pasar muchas cosas. En mi hipótesis de mínima, espero que disfruten de su mutua compañía hasta que don Georgie decida que ha llegado la hora de matarlos. En la de máxima, veo a la Doncella como Lady Tarth, y al León manco como su consorte, rodeados de por lo menos dos o tres criaturitas rubias, de gran tamaño y ojos entre azules y verdes. Ah, y también veo refugiado en Tarth, de incógnito, a un ya crecido Tommen Baratheon-Lannister, dedicado al estudio del comportamiento de los felinos domésticos. (Je... tierno él...)


Unidos por aventuras extraordinarias... y por una tonelada de fanfiction

3) La reina Daenerys, el rey Jon... y su mano, el maestre Samwell. Ya, esta es una de las chorradas con más fanáticos de la saga, estoy segura. Pero bueno, qué le vamos a hacer, parece que estuviera cantado desde el título mismo. Lo único que yo le agregaría es que, para mí, la mano del rey ideal sería Sam Tarly. Es inteligente, es compasivo, tiene sentido de la oportunidad y, si lo dejan, desarrolla una mentalidad política muy interesante. ¡Vamos, Sam!


Buscás "buena gente" en el diccionario, y te sale esta foto... Fuente: www.subfactory.fr

4) Rickon Stark, de niño salvaje a Señor de Invernalia: la Tierra del Pueblo Libre. Me gustaría que volviera a haber un Stark gobernando el Norte, no en vano sigo considerándome una Mormont. Pero yo le daría un giro... Ya sabemos que la región va a contar con una importante población "salvaje", y también que Rickon, probablemente, haya asimilado las costumbres y el modo de vida del Pueblo Libre... Qué bueno sería que, en esa zona de Poniente, la organización social y política de quienes vivían al norte del Muro consiga una buena tierra donde arraigar... Al fin y al cabo, se supone que salvajes y norteños descienden de un mismo origen... ¿no?


Muchas cosas van a cambiar en el Norte cuando regresen estos dos pequeños... la imagen es un fanart de Wolfy - S


5) La mala gente a la cual espero verle pagar sus deudas... Ah, aquí me agarraron. Hace una año, bajo la categoría de "mala gente" incluía a Cersei, Meñique, Lord Bolton y su cría. A ver, a ver...
Cersei... me cuesta, pero no la considero "mala" del todo. Más bien enferma. Y que se extralimitó, no me cabe duda. Y que debe pagar sus deudas, desde ya. Pero no la quiero muerta... aunque, con esas profecías que circulan, dudo que vaya a salvarse. La quiero donde no pueda hacer daño, pero le perdonaría la vida. De madre a madre...
Meñique... ah, ese sí, ese que pague. Sobre todo porque pretende aprovecharse para mal de una criatura naturalmente dulce como es Sansa... ¡sin importarle que sea la hija de su gran amor! Qué curioso, me gusta el Charloe, pero cuando pienso que Meñi puede llegar a tocarle un solo cabello a la lobita, se me revuelve el estómago.
Los Bolton. Bueno, comencemos por la "cría": ese chico está demente, es un psicópata peligroso. Dentro de la lógica de Poniente, lo más seguro es que esté bajo tierra.
El padre. Ay, ese es otro tema... pero tengo que hacer de tripas corazón. Roose no se puede salvar. Con todo el dolor del alma firmaría su sentencia. Ojo, que en algún otro artículo expliqué cómo lo entiendo, y que si bien no justifico su traición puedo ponerla en perspectiva. Pero traición es eso, al fin y al cabo, y merece que le llegue la justicia.
 Y me lo imagino así: Brienne consigue de Lady Stoneheart un intercambio de cabezas. Que la Dama Zombie le perdone a ella y a Jaime la vida, a cambio que ambos se encarguen de hacer bailar con la soga al cuello a Lord Bolton y Lord Frey. Eso, para mí, sería un modelo de justicia poética.
(Aunque... mi fanfic mental indica otra cosa...)


Ay, ay, mi monstruo... no creo que haya Osa capaz de salvarte...

6) La yapa: una jubilación digna para Varys, la Araña. No sé por qué, pero nunca me cayó mal Varys. Será porque intentó ayudar a Ned. Será porque su historia es muy triste y él se transformó en un sobreviviente. Será porque supo hacer fortaleza de debilidades...  En el fondo, parece ser el único de los consejeros reales que piensa en el bienestar de "El Reino", como un ente que trasciende al monarca que ocupa el trono en uno u otro momento. Y eso me agrada. 
Ahora, ya es hora de darle el retiro al hombre... me gustaría que pudiera escapar de la vorágine que se avecina y conocer una vejez tranquila. Pero ya sé, estoy pidiendo mucho para un libro de Martin...



En fin.. esta fue mi entrada catártica... ¿me cuentan sus propias ideas trasnochadas acerca de esta historia? ¡No sean tímidos, los espero!



sábado, 1 de febrero de 2014

Revolution 2x13: "Happy Endings". Living la vida loca... cantaba Ricky Martin.

Y sí, obviamente que el título de este artículo se refiere al flor de fandango que se mandaron con nuestro tan querido Charloe: las redes sociales vinculadas al show no hablan de otra cosa. Y pensar que, para mí, lo más importante del capítulo tenía que ver con la -por demás- retrasada consumación del amor entre Rachel y Miles...

Acá Bass ya tiene cara de no fiarse demasiado del hijito... y la nena se le pega al flanco... ¿cómo llegamos a la escenita posterior?


No me malinterpreten, hay un par de cosas del episodio que fueron sumamente interesantes, y de hecho, ha tenido uno de los cierres que con más ganas de ver lo que sigue me han dejado. Pero nobleza obliga... esta vez, las cuentas apuntan todas en dirección a Charlie Matheson y su manera de proceder con el sexo opuesto. Pero mejor vamos por partes...

Mi reflexión más profunda va a tener que ver, inevitablemente, con el arco de Aaron. Y es porque acá se tocó el tema religioso, y ahí es donde la Guivi se afila las uñas. No porque yo sea especialmente practicante, ya que soy crisitiana pero muuuuy a mi manera. Sin embargo, sé que hay cosas que no se hacen con la fe, y una de ellas es lucrar, de la forma que sea.
La cosa es así. Como ya nos maliciábamos, el personaje que las nano han mandado que Aaron y Priscilla busquen no es otro que su "tío" Peter, el programador que faltaba. De resultas que este señor había descubierto sus "poderes" vinculados a la tecnología... pero los había asociado con la intervención divina, y en tal sentido, había armado una especie de templo en el cual curaba enfermos y cuestiones parecidas. Claro está, Pittman tenía que sacarlo del error. Pero Pete se niega a confesar la verdad a su grey, convencido que la fe es un asunto delicado y que, una vez minada, es muy difícil de recuperar. Conclusión: se las pretende ingeniar para seguir con su labor de "pseudo-profeta".
Ah, bueno. Ah, bueno. Acá tengo que coincidir con nuestro gordo de cabecera. Para mí que al Pete este le había gustado el aura mística que se tejía a su alrededor, porque de lo contrario debería haberse manejado de una manera más íntima. Es decir, conozco muchos sanadores "por la fe", y la mayoría de ellos no trabajan montando alrededor circo alguno. Se puede trabajar "a mayor gloria de Dios" en privado, en una pequeña habitación. Los milagros no necesitan ser asuntos públicos. Peter podría "cerrar su iglesia" y seguir atendiendo en privado, tratando de explicar a cada paciente de dónde salen sus poderes.
Porque, en el fondo... yo soy una convencida del versículo evangélico según el cual el Tata lleva la cuenta de los cabellos que tenemos en la cabeza, y no se nos cae uno sólo sin que Él se entere. De modo que ¿porqué no suponer que las nano pueden utilizarse en Su nombre? Bah, no me hagan mucho caso, ya me fui de olla... estas son las cuestiones teológicas que uno debería debatir internamente, y no en un blog donde la gente viene a pasar un buen rato. Peeeerdón.
Volviendo al tema, acá sí me gustaría saber para qué lado va a agarrar el tío Peter, y qué va a hacer nuestro Aaron. Perlita: las caras que ponía el autodenominado judío agnóstico durante el oficio de curación, eran dignas de una antología del escepticismo...

Cambiando de tema... ¡conocimos a Sr. Presidente! No me ha defraudado: tiene todo el aspecto de mala persona que esperaba en él. Pero... ¡qué cansador se ha vuelto el arco de Neville! Que te necesito para asesinar a Monroe, que por eso no mato ahora, que me quedo con tu Julia como rehén, que te describo todo lo que va a pasarle si me traicionas... Buh, señores guionistas, a ver si se inventan algo un poco más entretenido. El cuento de los Neville no va más.

El señor presidente es malo, y le gusta serlo...



Otra cosa... ¡qué refinado que era el sistema de "lavado de cerebro" de los centros de rehabilitación patrióticos! Se supone que Jason ya había sido transformado en una imparable y eficiente máquina de matar... ¡Pamplinas! Bastaron tres sopapos de papá Tom para que el muchacho retomara por sus fueros. ¿Eso es adoctrinamiento? Conozco más de un político de tres al cuarto capaz de aleccionar mejor, a menos costo, y de forma más duradera a las mentes juveniles y sensibles... Pobre Jason, están obstinados en hacerlo quedar como un palurdo...


Y bueno, por una vez no voy a dejar la zona fangirl para el final. Va ahora, porque después engancha sin solución de continuidad con las aventuras de Miss Charlotte y sus dos Monroes.

Aunque este show se fuera por el inodoro, no dejaría de verlo. Y eso por una sola razón, una razón morocha, de más o menos 1,88 de altura, delgada, derechita y con los ojazos café más tiernos que haya visto en muchos años. Sí, señores, el hombre me trae tonta. Larga vida a Miles Matheson y a su intérprete, Billy Burke.
Es verdad, el personaje viene haciendo la plancha desde hace unos cuántos episodios. No lo vemos hacer nada realmente importante o vital. Es una sombra del Matheson decidido y con capacidad de liderazgo del cual me enamoré perdidamente la temporada anterior. Pero soy una mujer de amores constantes... qué le vamos a hacer.
Y resulta que me sale un romántico de la vieja escuela... Esa cita en el autocine, ay... morí de ternura. Además, ¡la excusa! Si sabré yo de esas... "ven, que tengo que mostrarte algo... ¡pero es un asunto serio y urgente!".
Igualmente, todavía no me queda en claro quién avanzó a quién. Porque Miles armó toda la escenografía, el momento, la oportunidad y tal... pero la que dio el paso de no retorno, quitándose el suéter en el momento indicado, fue Rachel. Ah, varón, munición gruesa. No podías volver atrás... me encantó, lo digo, me encantó.

Y sí, para qué te lo voy a negar... en ese momento yo hubiera querido ser la rubia...

Pero... corte de escena (no - nos - mostraron - a - mi - general - en - cueros - grrrrrrrrr) y... ¿qué nos encontramos a renglón seguido? ¿El tierno "después" de estos amantes de larga data? ¿Una escena conmovedora en la que reconocen que son el uno para el otro y que no habrá apagón, bombas nucleares ni patriotas capaces de volver a separarlos? Ah, qué pedazo de romántica estúpida y decimonómica que soy. Naranjas... sí, tenemos el "después", pero de otra parejita: Charlie y Connor... ¿¿¿¿¿¿¿QUÉEEEEEEEEEEEE???????

Sep, esa fue, más o menos, mi reacción. Y no porque no me lo hubiesen anticipado, y de forma para nada sutil, desde el inicio del capítulo. Veamos los indicios:
1) Primer encuentro de los tortolitos: entra Connor en el hospital de campaña con el antídoto. Rachel y Charlie comienzan a administrárselo a los enfermos. Connor, no muy convencido, hace de campana en la puerta. Charlie lo mira de reojo y suelta algo como "Así que vos sos el hijo de Monroe, ¿eh?", a lo cual Connor contesta algo del estilo "¿te vas a poner a hacer las presentaciones justamente ahora?". Arrancamos bien. Debí suponerlo desde entonces, es tan común que en las ficciones yanquis los que van a ser amantes empiecen con la pata equivocada...
2) La escena en que Connor le "relojea" sin disimulo el trasero a Charlie, para luego hacerse el superado contándole sus aventuras para conseguir el antídoto del tifus. Debo reconocer que la manera en que ella se hace la tarada me encantó. Si supieras, chavalín... parecía querer decirle.

A ver, hombre, que podías disimular un poco, ¿eh?  Yo todavía tenía la esperanza que tu papá te zurciera la cara a bollos, en ese momento...

3) Charlie muerta de risa cuando Connor reconoce, después de verla en acción en New Vegas (adonde han ido ella y los dos Monroe para contratar mercenarios) que no se trata de una chica del montón, que en nada se parece a las que ha conocido en su lejano hogar.
Y de allí saltamos al revolcón. Sin nada previo. Ha vuelto la Charlie que nos habían anticipado en el primer capítulo de la temporada. La que asegura haberse acostado con el muchachito simplemente porque "sos bonito y yo estaba aburrida". Qué explicación tan sosa. Ojo, que no me escandalizo desde un punto de vista moral. Qué va. Hace rato que comprendí que, para una gran porción del género femenino, el sexo y el amor corren por carriles diferentes y, a veces, con suerte, coinciden. Que yo no piense así no me autoriza para considerar que esa mentalidad no existe y, mucho menos, me da autoridad moral para erigirme en juez de nadie. De mí no van a escuchar un anatema en contra de Charlie por haberse procurado un "one night stand".
Lo que me enoja es la pereza de los guionistas. Han buscado la salida telenovelera más segura. Como saben que la mayoría de los fans hacemos fuerza por el Charloe, han considerado darle una mayor intensidad si lo transformaban en un drama entre tres. Qué originales. Como si no hubiéramos visto hasta la saciedad el argumento de "chica que se lía con el padre y con el hijo". Ya me parecía escuchar, de fondo: "ella es mala, muy mala, la reina de la mentira...", banda sonora de un culebrón llamado "Malparida", que tuvo bastante éxito hace unos años en mi país y que, si no recuerdo mal, porque no le veía y me estoy guiando por comentarios de terceros, iba de algo por el estilo...
Y esa reflexión de la nena, acerca de la fugacidad de la vida en un universo post-post-apocalíptico... hijo, no cuadra para nada con todo lo que hace Charlie. Ella se la juega a cada momento. Y yo creo que nadie se la jugaría de esa manera si no tuviera, siquiera, un atisbo de esperanza, una mínima ilusión de que las cosas pueden terminar bien...
Aunque debo reconocerles algo: el momento en que justo Bass los encuentra en el "post" es simplemente único. Qué sería de nosotros sin David Lyons... acusa el golpe de hallar a su Miss Charlotte en circunstancias comprometedoras nada menos que con su hijo. Vamos a ver por dónde se decanta...

"¡¿Qué está pasando acá, señores... guionistas?!" Nota al pie: todo el mundo muestra carnaza, menos mi General... snif, ¿será por los tatuajes?


Llegados a este punto... ¿por qué voy a seguir mirando Revolution?

1) Porque quiero ver para dónde se decanta el drama moral de Aaron y sus nanohijas.
2) Porque me intriga saber cuántos capítulos le va a tomar a Miles darse cuenta que Neville le está tendiendo una... vamos, general, despertate...
3) Porque las psicopateadas de Monroe son impagables... qué contento se lo veía cuando le explicaba al amigo que necesitaban "ayuda asesina"...
Y vamos a llegar al punto en que este loco de remate sea quien salve todo el show... ¡salud! Nota: en mi ámbito de relaciones, ya me tienen rodeada las Monroe-Girls...

4) Porque quiero ver cómo se las arregla el mismo Monroe para salir del atolladero en que lo dejamos metido, en New Vegas...
5) Y porque siguen dándome la dosis semanal de este caballero... aunque ya extraño desesperadamente a mi Gabriel Dean... (si tengo que elegirle compañera, prefiero toda la vida a Jane Rizzoli...)

Ay - mi - negro...

Ay - mi - negro (bis) - versión Gabriel Dean (Rizzoli & Isles)