domingo, 9 de junio de 2013

“El hombre es lobo del hombre” o cuando una sociedad se consume a sí misma: algunas impresiones acerca de Revolution (2012)


Postular que las situaciones límite son catalizadores que hacen aflorar lo mejor y lo peor de la condición humana ya es un lugar común. Sin embargo, no por repetida la frase se torna menos cierta. Y en el caso de la serie que hoy pongo a consideración de ustedes, resulta absolutamente pertinente.

Revolution es un producto de la cadena NBC, estrenado durante el 2012. Para quien guste de conocer sus detalles técnico – profesionales (dirección, reparto completo, producción, etc.), les dejo aquí algunos enlaces (me da no se qué redundar en algo cuando ya ha sido tan bien explicado en otras partes).
 
Es ciencia ficción, y se ambienta en un futuro alternativo muy cercano, en el cual la humanidad se ve súbitamente despojada de uno de los elementos que, en nuestra sociedad industrial, se ha convertido en vertebrador de prácticamente todo proceso, tanto doméstico como productivo: la energía eléctrica. Pero en todas sus variantes: no se trata simplemente que ya no operen los grandes generadores, sino que de un momento al otro, inclusive la más modesta pila ha dejado de funcionar. Cualquier proceso capaz de generar electricidad, incluyendo el correspondiente a las baterías de los automotores, ha quedado inutilizado. Simplemente ya no funciona. El mundo “se apagó”.



Gravísimo inconveniente, dado que dependemos de este suministro para absolutamente cualquier cosa. Pongámonos a pensar. En nuestras grandes urbes, la cadena de frío es indispensable no sólo para mantener los alimentos sino también en el ámbito farmacéutico. La producción fabril tal y como se realiza en nuestra sociedad, se alimenta de energía. Somos una población sencillamente demasiado numerosa para sostenernos con una economía artesanal propia del período preindustrial. De repente, los recursos son escasísimos para un conjunto humano que se encontraba en permanente expansión.

Y de allí a que nos situemos en un escenario digno de Hobbes, hay un solo paso. La ley del más fuerte, del “sálvese quien pueda”, comienza a operar prácticamente de inmediato. Millones de seres humanos compiten para apropiarse de la mayor cantidad posible de elementos necesarios para la subsistencia. Quienes hasta ayer eran simpáticos vecinos, se transforman en potenciales competidores por el simple alimento. Por lo tanto, y en defensa de nuestras propias familias, deben ser eliminados. Así de crudo es el futuro en un mundo donde falta la energía y donde el orden establecido ha colapsado.

Pero la acción de Revolution no se sitúa centralmente en “el día después” del apagón mundial, si bien hace permanentes flashbacks a ese período para permitirnos comprender mejor la trama y a los protagonistas. Los hechos se desarrollan unos quince años después.

Les cuento lo mínimo indispensable para situarlos en el inicio del drama: Ben Matheson es uno de los pocos científicos que, aparentemente, puede tener cierta idea de las causas de la catástrofe. Luego que esta se produjo, huyó con su familia al campo y, años más tarde, vive en una pequeña comunidad en compañía de sus dos hijos: Charlie, una joven cerca de la veintena, y Danny, muchachito pocos años menor. Cierto día, las fuerzas de la “Milicia”, suerte de organismo paramilitar que, aparentemente, se encarga de “mantener el orden” haciendo gala de brutalidad y abuso de poder, irrumpen en la aldea decididos a llevarse a Ben. Sirven al “Presidente”, General Sebastian Monroe, un dictador que ha sentado su poder sobre gran parte de la costa este de lo que otrora fueran los Estados Unidos. Monroe supone que Ben sabe lo suficiente para restablecer el suministro eléctrico y darle, de esa manera, la ventaja que necesita para imponerse a los demás gobiernos que han surgido en el territorio norteamericano. Ben no quiere saber nada con ayudar a semejante tirano, pero las circunstancias lo obligan a ceder. Cuando están por llevárselo, Danny sale en su defensa. Se produce un altercado del cual Ben sale gravemente herido y la Milicia acaba tomando a Danny en su lugar. El científico, antes de expirar en brazos de su hija, le dice que debe rescatar a su hermano y que el único que puede ayudarla es su tío, Miles Matheson, quien vive en Chicago. Y allí comienza la acción: Charlie, en compañía de otros dos miembros de la comunidad muy cercanos, Aaron y Maggie, emprende la búsqueda de este misterioso tío, al cual no ha visto desde antes del apagón y prácticamente no recuerda. Ya en el primer capítulo logra que, a regañadientes, se sume a su búsqueda y se comprometa en el rescate de su sobrino.

Ben y Danny Matheson y el motor dramático de esta historia


Las cosas, obviamente, son mucho más complicadas de lo que esta brevísimo comentario puede expresar. ¿Quién es Miles? ¿Por qué Ben lo ha mantenido al margen de su familia durante tanto tiempo? ¿Por qué encarga que se recurra a él en este momento de necesidad? ¿Qué causó el apagón? ¿Qué intereses creados están detrás de todo este problema? ¿Dónde están los responsables? A lo largo de los veinte capítulos que dura la temporada (aclaro que voy por el número 13… pero no aguantaba más las ganas de contarles sobre esto…) los enigmas se van aclarando… sólo en parte.

Miles Matheson y su sobrina Charlie
 
¿Qué me resultó atractivo en esta propuesta? Como forma de diversificar mis intereses en una época que parecía estar dominada por Game of Thrones y su mundo fantástico medieval, y de forma puramente casual, di en televisión con un capítulo suelto. Lo miré. Y el gancho fue que de todos los niveles de lectura que se le pueden dar a esta serie (y no son pocos) hay uno medular, desde mi punto de vista: se trata de un drama familiar. Podemos enfocar y entender toda la acción como una gran reflexión acerca de preguntas tales como qué estamos dispuestos a hacer por nuestros familiares, cuáles son los sacrificios que seríamos capaces de realizar en pos de su bienestar, y cuáles son los límites que tenemos al respecto. Más central aún, la serie se trata de cómo definimos “familia”. Quiénes la constituyen. ¿Es la sangre, el ADN el que traza los lazos y las fronteras familiares? ¿O hay otras cosas? Los peligros compartidos, los dolores comunes, los sueños y las esperanzas, la solidaridad, la misericordia, la compasión… ¿no son también forjadores de nexos que merecen ser considerados desde la óptica de la familia? La forma en que una crisis global afecta la definición de este tipo de vínculos es, para mí, algo sumamente interesante. En ese capítulo salteado con el que me introduje en este universo, dicho tema era esencial. Y fue suficiente para hacerme ir volando a bajar la serie desde el piloto en adelante.



Hay otros dos factores que la hacen muy digna de ser vista.

El primero, la profundidad de los personajes. Si bien hay algunos que son decididamente más “claros” o “buenos” que otros, ninguno es plano. Todos tienen motivaciones intensas para hacer lo que hacen. Y esto es particularmente cierto para los “malos de la película”. Tanto el general Monroe como uno de sus principales lugartenientes, Tom Neville, se nos presentan como seres complejos, movidos por ideales que, en su momento, pueden haber parecido loables pero que se han ido desvirtuando, han ido cayendo en la corrupción. Si bien en un principio pueden parecernos el epítome de la maldad, cuando la narración avanza y en sucesivos flashbacks se nos va revelando su pasado, llegamos a comprenderlos, aunque no podamos justificarlos.


El capitán Neville, villano magistralmente interpretado por Giancarlo Espósito
 

Inclusive (o mejor dicho, precisamente) Miles Matheson, uno de los personajes centrales, es un héroe “oscuro”, con un pasado cuestionable, con una escala de valores aparentemente individualista que entra en crisis cuando se reencuentra con su sobrina Charlie. Es un hombre tensionado por varios intereses que se entrecruzan, que ha puesto en duda sus propios ideales y que ha llegado al punto en el cual tiene que tomar una decisión vital fundamental: qué tipo de persona quiere ser. Y se enfrenta a ese dilema con una tremenda carga sobre sus espaldas: ha sido precisamente él quien creó y entrenó a la Milicia del general Monroe, en los tiempos en que no sólo era su segundo al mando, sino su mejor amigo. La llegada de Charlie lo obligará a enfrentarse con sus propias ambigüedades, y a retomar el camino de construcción de su propia persona.


Billy Burke nos hace creíble al "héroe oscuro"
 
El segundo, el planteo que se hace del “enemigo”. Si bien es un producto norteamericano, no me pareció la “típica serie yanqui”, simplemente porque deja muy en claro que, en caso de catástrofe, el enemigo de los estadounidenses no hay que buscarlo muy lejos. No son los rusos, no son los terroristas orientales, no son los alemanes, no son los latinos… son ellos mismos. Son su sociedad de consumo, la incapacidad de las grandes mayorías para trabajar en verdaderos equipos, la primacía de la cultura de la competencia por sobre la cultura de la cooperación, los males que llevarían al colapso civilizatorio en caso de un escenario dantesco. Algo que se aplica prácticamente a toda nuestra sociedad occidental, no sólo al país del norte, mal que nos pese a los que vivimos al sur de la frontera mexicana. Y en esta ficción, precisamente, los únicos que tiene chance de hacerle frente al poder dictatorial de Monroe son los que superan esos límites y se ponen a trabajar codo a codo, los que priorizan el bien común por sobre el beneficio personal, los que anteponen el grupo a la comodidad del individuo. Y a mi mentalidad de intelectual centro – izquierda, esto le resulta sumamente reconfortante.

Como decía Borges, "no nos une el amor, sino el espanto"
 

Estemmmm… ¿dije dos factores? Ups, perdón… son tres. Pero aclaro que aquí se terminó el comentario serio. Estamos adentrándonos en zona fangirl, así que los que no estén interesados, terminen acá el recorrido y nos vemos en el próximo artículo.

El que siga leyendo, que no diga que no le avisé.

 

Bueno, el tercero. ¿Cómo lo digo? Ustedes ya saben que me gustan los morochos “de rara belleza”, es decir los que canónicamente no diríamos que son lindos. Sumémosle puntos si andan por la cuarentena. Sumémosle más si pasan del metro ochenta y cinco, si ya tienen algunas canas, si alrededor de los ojos se les notan unas discretas líneas de expresión. Ni les digo si tienen una mirada al mismo tiempo triste y sensual. Más todavía si acusan un pasado cuestionable, si son complejos y con un carácter difícil pero no exento de una ternura ciertamente torpe.



En fin… el Miles Matheson que le debemos a Billy Burke reúne todas esas características. Y esta vez, la fangirl tuvo el sí tan fácil… sólo me resistí “heroicamente” hasta el final del capítulo tres.

No es lindo en el sentido tradicional, desde ya que no. ¡Pero está fuertísimo, que no es lo mismo! Tiene esa mirada tan especial que logro aflojarme el nudo en el estómago que me había dejado la Boda Roja… y eso es decir muchísimo.

Aclaro, como siempre, que quien me enamora es el personaje, no el actor. O, mejor dicho, la manera en que este actor en particular le da vida al personaje. Por eso, me propuse “no investigarlo a Billy Burke, porque el que me gusta a mí es Miles…” Pero, como era de esperar, fracasé estrepitosamente. Soy una fanática estudiosa y aplicada, qué le vamos a hacer. Así que, en primer lugar, le averigüé la fecha de nacimiento, para corroborar que es diez años mayor que yo y que, por días, no es escorpiano (aunque sus ojos declaran otra cosa). Les aseguro que sólo quería sacarme esa duda. Pero en el ínterin, vengo a enterarme que lo conocía de otra parte.

Sí, me sonaba de algún lado, y creí que lo encontraba parecido a algún artista de mi país. Con lo cual mi sorpresa fue MAYÚSCULA cuando me encontré con que había interpretado nada más y nada menos que a Charlie Swan, el padre de Bella, el único personaje que parecía tener la cabeza en su lugar de toda la saga Crepúsculo. Como dijo Amiga del Alma: ¡lo que puede hacer un bigote! Díganme si no parece otra persona…



Y en fin, siguió la lista. Como siempre, lo había visto en un montón de lados sin reparar en él. Por ejemplo, en Brigada 49, la película del equipo de bomberos irlandeses y católicos protagonizada por John Travolta y Joaquín Phoenix (de la época en que le seguía la carrera a éste último). Evidentemente, voy a tener que verla de nuevo… lo que no voy a ver de nuevo es Crepúsculo, por más que aparezca Billy con su bigotazo (por cierto, me gusta más sin este, o mejor todavía, que se deje también la barba… uy, ya empecé con las demandas, no tengo remedio alguno…)

Y otra cosita… este chongo fílmico viene con bonus track… literalmente, porque don Billy además de actuar, canta… y bastante bien, por cierto. Les dejo para que lo escuchen… yo no he podido dejar de tararearla mentalmente durante los últimos dos días…
http://www.youtube.com/watch?v=pGGt4MT4Opw

Bien, bien… lo que puede el estado de Matarreyes deprivation, ¿no?

21 comentarios:

  1. Buena reseña, me interesó la trama.
    Me gustan estas temáticas, luego de ver las otras series pendientes le daré una mirada.
    Te entiendo en tu lado fangirl, también me gustó el actor en Crepúsculo. Es sencillo pero apuesto y me llamó la atención en las películas porque encontré que era el mejor actor!

    Por fin esta semana veremos a nuestro Matarryes, al menos por un capítulo sniff

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El hombre en conflicto con su pasado, tironeado por intereses diversos, que se encuentra con un alma pura por la cual es capaz de cambiar su vida... ¿no te sonaba de alguna parte? Jajajaja! Es claramente sintomático lo mío... evidentemente me cansé de los héroes "blancos e impecables", los tipos prolijitos que hacen todo bien. Nos "quejábamos" del Matarreyes y sus ambigüedades morales, ya vas a ver que Miles tiene sus metidas de pata astronómicas... pero eso lo vuelve más interesante aún.
      La trama, ya te digo, a mí me engancha desde lo emotivo, el tema familiar siempre me llega mucho, son las cosas de las que me hubiera gustado escribir si hubiese tenido el talento y la oportunidad. Otros se enganchan con la cosa tecnológica que tiene la historia, a otros les gusta el ejercicio mental que supone este "hagamos de cuenta que...", a otros les interesa la parte de acción que tiene la serie, que no es poca... ya espero que, cuando la veas, me cuentes qué te gustó (si te gusta algo) a vos...
      La verdad es que en Crepúsculo no lo ví "como hombre", estaba muy metido en el rol paterno... pero en ese sentido me encantó, la verdad que sufría a su par con los delirios de esa loca hija que tenía... ahora, buscando las fotos para ilustrar este post, lo miré "con otros ojos" y me di cuenta que, con o sin bigote, me mueve la estantería que da miedo...
      Y síiiiiiii, tenemos Matarreyesssss! Aunque sea por última vez en tanto tiempo... supongo que el próximo post será para él... aún tengo pendiente el video...
      Feliz cumple, Anitaaaaaaaaa!!!!!!!!

      Eliminar
  2. Querida Guivi,
    Revolution es como una piedra en el zapato, la detestas, pero no puedes ignorarla. En su día la vi y escribí una lapidaria crítica. Sin embargo seguí viéndola. Solo este año pude desengancharme.
    Comencemos. Tienes razón, la premisa es más que apetitosa Sobre todo en el 2012 que profetizaban que en diciembre ocurriría una tormenta solar de tal magnitud que nos dejaría a oscuras. Aquí esta mi reseña.
    http://reinosdefabula.blogspot.com/search/label/Revolution
    Segundo, ese concepto de volver a las raíces primitivas del hombre y vivir de la tierra combinado con la destrucción y reconstrucción de instituciones como es “La familia” también resulta interesante, pero lamentablemente como todo en la televisión abierta, se queda en la nada misma y se cae en puerilidades.
    Por supuesto que Monroe, y sobre todo Tom Neville, no son villanos acartonados y tienen motivos y secretos, pero nunca llegan al nivel Jaime Lannister porque nunca me llega a interesar saber que los motivó a convertirse en lo que son.
    En cambio Aaron si es un persona comprensible con el que me identifico. Sobre Miles, ¿qué puedo decirte? Es el héroe perfecto, está bonito, me encanta su lado oscuro, y su lado bueno que trata de reprimir, pero tiene un problema gigante y que es mi mayor problema con la serie: Charlie. No la soporto, no me la banco como heroína. No se si es culpa de la Spiridiakos o del modo que diseñaron al personaje.
    Me incomoda a relación que tiene con su tío. A primera vista parece que quiere que sea su padre, pero hay muchas escenas y detalles que los hacen parecer pareja. Un juego muy desagradable que ya jugaron en “Héroes” con los personajes de Haydn Panattiere y Milo Ventimiglia. Claro teníamos a Nora que era la supuesta posible pareja de Miles pero...no se cuantos caps has visto. Nora ya no esta.
    Entonces este juego prohibido va a continuar la próxima temporada. Como sabes no tengo problemas con el incesto. Aparte que tíos y sobrinas se han casado en muchas sociedades (incluso la yanqui) por siglos, pero como es televisión abierta, eso jamás podría ocurrir en Revolution. Así que ese juego es solo para escandalizar y subir rating de una serie que como digo en mi reseña no funciona mucho como ciencia ficción. Lo que si hace es dar pienso a la fanfiction y a los shiperos de Miles-Charlie.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Male! No sabía que habías reseñado ésta! Qué bueno! Enseguida me voy para allá...
      Reconozco que el planteo, o por lo menos el desarrollo, que se hace de estos temas profundos como la constitución familiar no pasan de ser bastante pueriles... de hecho, la mayor crítica que yo le haría a la serie es la recurrencia de los golpes bajos, pero la verdad es que no llegué a ella con ánimos de encontrar nada profundo, pensé que me iba a topar con un entretenimiento pasatista, y como me pareció que era un poquito más que eso, me gustó y me enganché. Desde ya que no daría para el tipo de análisis sesudos que hemso hecho de GoT. De hecho, creo que esto va a ser lo más profundo que voy a escribir sobre esta serie.
      De Aaron, qué te puedo decir, que conozco al verdadero Aaron en el mundo real y es mi amigo Eduardo, el que me pasó el vicio de Canción. Es igualito, ni que fueran mellizos, tanto en el físico como en la profesión y en el carácter. Imaginate, imposible no quererlo.
      En cuanto a los villanos, no creo que nos encontremos uno comparable a Jaime Lannister en mucho tiempo. En primer lugar, porque no es un "villano", aunque ande tirando chicos por las ventanas. En segundo lugar, porque sale de todo canon, ese es un personaje genial, creado por una mente brillante. Revolution no tiene el respaldo de una obra de ficción tan sólida como Canción, y eso se nota en los personajes. Aunque si los comparás con otras series estándar, estos son mucho más complejos. Por eso les doy este valor, comparándolos con el promedio. Lógico que si tomamos como standard a GoT, después va a ser muy difícil que algo nos enganche...
      Así que la piedra en el zapato es la nena... lo cierto es que a mí no me molesta, jajaja! Tampoco es mi personaje preferido. En realidad, las mujeres de Revolution son bastante falentes, salvo, tal vez, Nora... y ya me imaginaba que no iba a durar. La que me gustaba, y con la cual podría haber sentido cierta identificación, era Maggie, pero me duró cuatro capítulos. Otra que Martin...
      La relación entre Miles y Charlie, yo la veo como un caso de complejo de Electra tardío. No me parece que a él le interese la sobrina desde ese lugar, de hecho no me ha dado esa impresión. Que ella está como deslumbrada, desde ya, pero no me molestó porque no creo que se avance en ese sentido y porque no le veo respuesta del lado de Miles. Así que mirá vos, hay shippers absolutamente de cualquier cosa. (Entre nos, si a mis veinte años me hubiera tocado conocer a un tío perdido como ese, yo también habría sufrido un enamoramiento mayúsculo... pero la verdad es que tengo un sólo tío y mejor ni nombrarlo...)
      Pues si nos matan a Nora, habrá que buscarle una compañerita nueva a Miles, porque Rachel no me va... si quieren me encargo de diseñarle una, jooooo...!

      Eliminar
    2. Querida Reina Guivi, antes que todo una disculpa. Tenía poco tiempo esta mañana y fui muy tajante y espero no haberte ofenido. Revolution no es buena, pero el Tío Miles está buenísimo y es un gran personaje, por eso necesita de una compañera…y que horror, pero me hiciste leer varios ff, ¡y llegué a la conclusión de que esa compañera debe se Charlie! Hasta los shiperos se han inventado una teoría no tan descabellada, que la chica es hija de Bas Monroe.

      Eliminar
    3. Hey, pero no te preocupes, Male! Gracias por el comentario, yo lo aprecio de verdad... y ¿cuál sería el problema si no coincidimos en nuestras críticas hacia tal o cual serie? ¡Pues ninguno! En la variedad está el gusto...
      Variedad... eso ha representado para mí este bombonazo de Miles durante los últimos días... necesitaba "algo" con lo que contrastar tanta rubicundez danesa...
      Hija de Monroe... mirá vos, yo me jugaba a que era hija del supuesto "tío"... ¿en serio te parece que él la vea como mujer, no como "sobrina - hija"? Te lo pregunto porque no me doy cuenta, yo lo veo tan paternal en ese vínculo...

      Eliminar
    4. Miles es protector, pero no lo veo paternal. Ella en cambio lo trata más como hombre que como figura paterna

      Eliminar
    5. Es cierto, no es precisamente "paternal" aunque tiene algunos rasgos. A ella la veo muy ambigua, no le dice "tío", lo llama por el nombre, pero los reproches que le hace, ciertamente, son los de una hija a su papá cuando no está comportándose como el "modelo" que ella tenía en su cabeza (es muy adolescente, esta Charlie, eso es seguro...)
      Pero lo que no me cierra por ningún lado es que Miles no la vea como una pibita a la que tiene que cuidar... ya voy por el capítulo 17 y no le he encontrado esa faceta (hablando aparte, tener que esperar 17 capítulos para verlo mostrar "algo" de piel... evidentemente estamos en tele abierta, no en la HBO, jajaja!). Sigo a la pesca de datos...

      Eliminar
    6. Eso, eso de ni decirle "tio" es muy decir, ella quiere ser su igual, subsanar imagenes paternales y diferencias de edad, incluso de rango.

      Eliminar
    7. Y encima, ayer a la nochecita, estaba mirando un capítulo que pesqué por casualidad en Cinemax, y se quedó Lula mirándolo conmigo... y no va y aparece una parte en la que Charlie salva al "tío" tirándole con la ballesta a un enemigo, entonces ahí nomás mi hija "canta" que ella es Charlie (has visto, esa manía que tienen los niños de declarar con quién se identifican en cada serie/cuento/peli, etc...) Con lo cual yo saco la obvia e inmediata conclusión que, entonces, vengo a ser Rachel... y, oh, wait, Rachel tuvo su historia con Miles... de ahí a hiperventilar estrepitosamente pasaron dos segundos, jajajaja!! Esta nena es una alegría permanente...

      Eliminar
  3. Ahhhh, ya me tenía cara conocida... es el papa de Bella... mmm... tal vez me anime... jaja=)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En Crepúsculo era el personaje más pasable, a mi modo de ver... pero el papel no era como para andar revolucionando hormonas, digamos. Acá la cosa es distinta... para mí fue sencillamente tremendo, lo miro y se me aflojan las piernas, jajaja! Pero lo dicho, es la combinación actor-personaje, no la "persona" del actor. Ahora voy a tener que mirar Rizzoli & Isles, donde trabaja también, y ver qué me produce... digo, para sacarme la duda...
      En cuanto a la serie, a mí me viene gustando... pero date una vuelta por la crítica que hizo Male. Una de cal, una de arena... vos sos del género ciencia ficción también, ¿no?

      Eliminar
    2. Sip. Pero mas que nada de cualquier cosita que me haga pensar un poco... aunque ultimamente solo ando pasando el rato... necesito drama jeje

      Eliminar
    3. No vayas a esperar el nivel de un BS Gallactica, eso desde ya, jaja! Ni siquiera el dilema político que había en Babylon 5... esto es más pasatista... pero con un poquito más de médula. No me he querido enganchar con nada serio porque tengo demasiadas cosas serias que me están perturbando en el "mundo real". Lo mío es escapismo puro y duro...

      Eliminar
    4. Reina Guivi, las dos andamos en busca de escapismo para huir de la realidad. También te mando ánimos y buenas vibras aunque queden pocas. Si encontraste escapismo en Revolution quédate ahí que te acompaño, pero yo ando en busca de romance porque eso es lo más alejado a la vida de fregona/enfermera que llevo.
      Anchev i el cap. De Emma. ¡Pobre Miles! Siempre lo han jodido las minas. Sobre tu pregunta pasada, no, no pega con Rachel (la cuñada) ni con chicle. Más lo veo con la Presidenta Foster. Pero esa relación amor-odio con la sobrina tiene dejos de Jaime-Brienne. No se si suene sacrílega.
      Dama Blanca, Revolution es mas “Lost” que ciencia ficción típica.

      Eliminar
    5. Lo más gracioso del caso es que mina que aparece en la serie, mina que ha tenido historia con él... parece que era un peligro... uf, no es para menos ;) La única que se salvó fue Maggie, pero probablemente porque no le dieron tiempo...

      Eliminar
    6. Y bueno, estuve mirando los pocos capítulos de Rizzoli & Isles donde figura... y la verdad es que sigue aflojándome las rodillas que da un poco de miedo, jaja!

      Eliminar
  4. Guivi! Te he nominado(y la misma nominación es un premio) al “ONE LOVELY BLOG AWARD”.
    Si te interesa, las instrucciones estan en:
    http://deliriosdeladama.blogspot.com/2013/06/one-lovely-blog-award.html

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias, Guivi, por enseñarme esta serie, que ni tenía idea de que existía (espero la sigan emitiendo). Por lo que cuentas, considero que su premisa es muy atractiva; a su vez dentro de esta visión de futuros catastróficos cercanos y en los cuales USA se transforma en un país tercermundista, te recomiendo mucho la serie de TV "Jericó" y la novela "Las Torres del Olvido". Cariños desde Chile y que tengas una linda Navidad junto a los tuyos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Elwin! Espero que hayas pasado muy bien la Navidad, y que se repita en el Año Nuevo...
      Te cuento que, por ahora, Revolution va por la segunda temporada, pero nadie habla de la posibilidad de una tercera. Igualmente, es serie de temporadas largas (20 episodios), con lo cual me queda la duda si no será que van a resolverla en esta segunda, nomás... parece que no está teniendo la repercusión deseada.
      Voy a tener en cuenta tus recomendaciones. Y un dato adicional, teniendo en cuenta que eres incondicional de Stephen King: por lo que me cuenta un compañero de trabajo (otro profe de Literatura, para más datos), Revolution está llena de referencias a la obra de este autor...

      Eliminar