sábado, 15 de marzo de 2014

Revolution 2x16 "Exposition Boulevard". Un viaje a la matriz del espanto.

Ya no sé qué me pasa con esta serie. Debo estar transitando una crisis. Antes contaba los días que faltaban para el nuevo episodio. Esta vez, lo tuve durmiendo casi 24 horas en el ordenador antes de decidirme a mirarlo...
Una pena, porque las ideas que se manejan son buenas. Los actores, son solventes. No tiene graves falencias por ese lado. Pero la trama... no sé, a riesgo de ser hipercrítica, le encuentro agujeros por todos lados. A veces pienso que los guionistas, productores, o en general los responsables del show, no se la han jugado, que han tenido una gran lucidez al plantear toda la trama pero que, al llegar el momento álgido de tomar posición y decir cosas política o socialmente comprometidas, les ha entrado "el julepe" y se han echado atrás. Repito, una pena...

Veamos, por ejemplo, el caso de los patriotas. En este episodio me respondieron mi duda de final de temporada anterior: Sr. Presidente no fue votado por nadie. Era el Secretario de Estado del último mandatario constitucional, que había fallecido al caer su avión. Luego de "encargarse" del Vicepresidente este personaje había asumido el mando, se ve que merced al equivalente americano de la Ley de Acefalía, refugiándose en Guantánamo con todos los miembros del Gabinete que pensaban como él.

Los "patriotas" llegando a Cuba, no precisamente a bailar Guantanamera... la foto, como todas las de esta entrada, pertenece a screencapped.net


Este "pensaban como él" no es ocioso, y podría dar lugar a una toma de posiciones profunda y comprometida por parte de los guionistas... pero ya les he perdido la fe. Veamos: esta facción parece representar a aquella porción de los norteamericanos claramente alineada con la derecha (que en todo país moderno la hay, y en ciertas ocasiones, muy ruidosa y poderosa); un sector social que lamenta lo que, en su particular visión, considera la pérdida de rumbo de su país, el desvanecimiento del ser nacional, la escalada de valores disgregatorios de la familia, el orden, las buenas costumbres, etc. Pienso que hay que ser políticamente muy claro para llevar, en una ficción, este planteo hasta sus últimas consecuencias. Y opino así porque supongo que no es pequeña la porción de la ciudadanía norteamericana que podría llegar a sentirse incómoda frente a semejante planteo. Ya deben haber acusado el golpe cuando veían que su bandera se transformaba, en el escenario de la serie, en un símbolo de opresión. Ahora bien, desnudar la trama de corruptela interna del Estado, y de los intereses creados que, llegado el caso, no dudarían en cargarse al setenta por ciento de la población con tal de reflotar lo que ellos consideran una idea correcta de comunidad política... alamaula, te quiero ver. Ahí tendrían que bancársela, los productores y directores. Sobre todo teniendo en cuenta que están llevando a cabo un producto que, mayormente, busca entretener, no crear polémica. Por eso no me juego a que gusten desarrollar esa trama... que, por cierto, yo hallaría medulosísima.

Por otro lado, para ser un programa pasatista, recurre bastante al tema de los dilemas morales. Volvemos sobre la cuestión del bien y del mal. Retomamos el hilo del "hasta dónde...". ¿Hasta dónde los principios deben ser inamovibles? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a cometer un acto reprobable en aras de un bien mayor? ¿Hasta dónde ese bien mayor continúa siéndolo, dada la sumatoria de atrocidades que debemos pasar para alcanzarlo?

Tenemos a Bass, que representa la filosofía de "el fin justifica los medios". Ahora bien, vale preguntarse, como de hecho lo hace Miles cuando lo increpa al respecto, cuáles son esos fines. ¿Para qué lucha Monroe contra los patriotas? No es por venganza por lo ocurrido con Filadelfia; puede ser por defender a su hijo, sí, hasta cierto punto... porque les sería mucho mejor, en ese caso, desaparecer del mapa, por ejemplo... Pero no, como bien señala Matheson, su amigo de toda la vida lucha por el restablecimiento de la República de Monroe. Ya lo sabíamos, era lo que Bass le había ofrecido a Connor a la hora de convencerlo para que lo siguiera.

¿Y por qué lucha mi negro? Caramba, ni él lo sabe... o a lo mejor lo sabe demasiado bien, pero él mismo quiere negárselo. Miles ha emprendido un camino de redención que lo lleva a renegar de todos sus instintos básicos. Como bien se da cuenta Monroe, no puede ser que lo único que quiera sea conseguir la paz necesaria para "jugar a la casita con sus dos mujeres". Hay un pasado que el General Matheson quiere olvidar, que necesita superar, pero... ahí, en el fondo, el Carnicero de Baltimore se rebela. Qué tremendo es eso... ¿cuál es el lugar de los guerreros en una sociedad pacífica? ¿Dónde ponemos a los veteranos cuando la guerra terminó? Esas son preguntas viejas como la historia de la Humanidad... ¿cómo volvemos a vivir en paz cuando toda nuestra existencia nos han preparado para el combate? Esa es una de las cuestiones filosóficas que más profundamente me han calado, desde siempre. Me encantaría que en esta serie lo pudieran desarrollar, pero sin caer en falsas dualidades y sin abusar de los lugares comunes. Pido demasiado, ya lo sé.

Otras perlitas del episodio:

  • Charlie y Connor son pareja: eso pasó del revolcón a algo más estable. Es gracioso que sea Bass quien se lo haga notar a la chica, con un sarcástico: "finalmente elegiste a un Monroe". Faltó que señalara: "pero es el Monroe equivocado". Ajjjjj... esas salidas del guión son deplorables.

  • Rachel está cansada de ser "la inteligente de la brigada". Considera que la inteligencia la ha llevado a cometer los peores errores de su vida: crear las nano, reactivar la electricidad sólo para que Randall Flynn pudiera lanzar su ataque nuclear, etc. Por una vez, dice que prefiere hacer lo correcto antes que lo astuto. Grave error, rubia,  hay una sola cosa más peligrosa que la inteligencia sin bondad: la bondad estúpida. Cabeza y corazón pueden ir de la mano, lo que pasa es que el equilibrio es difícil de mantener, más todavía en las situaciones en que se encuentra esta gente. Pero nunca, nunca, nunca, reniegues de esa lucidez mental que el Tata te ha dado, Rach...
Qué cabello hermoso que tiene esta mujer... bah, qué hermosa es toda ella, madre mía...
  • Miles asumiendo el rol humanista: en la guerra no se puede hacer lo correcto... simplemente porque la guerra no es correcta. De modo que, en fin, estamos peleando... es inevitable el daño colateral. No sé si conmoverme o considerarlo un tremendo cínico...
Ah, mi general, yo no sé adónde van a llevarme mis sentimientos, si usted me mira con esos ojitos... ;)


En fin, para ser sincera, prefiero no abundar, porque no tengo nada más relativamente interesante como para opinar. Pasaron muchas otras cosas en el episodio, pero es preferible que cada quien las vea y, en todo caso, me deje un comentario con sus impresiones... así lo seguimos charlando.-
Y gracias, gracias totales, por seguir ahí. Últimamente sólo comento Revolution porque sé que ustedes pueden estar esperando el artículo. Y nada más por eso, se merecen mi mejor esfuerzo...!

6 comentarios:

  1. ¿De que vale cuestionar las cosas si no se va a encontrar una respuesta? Y encontrar la respuesta equivocada equivale a no encontrar ninguna Es lo que ha hecho el show. La ausencia de respuestas es lo que deja cojo el argumento porque tampoco se soluciona nada. Luchar contra La República de Monroe era bueno, pero Los Patriotas son peores. La guerra es mala, pero hay veces que hay que defenderse usando los mismos medios del enemigo.
    Yo solo sé que Monroe va a morir y me rejode el tiempo que invertí en el personaje.
    Se supone que Kripke y Co. Estaban usando la serie como pantalla sobre la que proyectar dilemas morales nacionales (tal vez universales), pero lo hicieron tan mal que ni el mas atormentado gringo se sintió reflejado por la serie y eso explica su bajo rating
    Gracias por darte el trabajo de seguir viendo y reseñando Revolution

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    1. Yo creo que el tema pasa porque no es justamente ese el lugar donde la gente va a reflexionar sobre los grandes dilemas de la nación. Es una serie de acción, en el fondo puede llegar a plantear una que otra cosita, pero supongo que nadie mira ese tipo de programas esperando que le tiren de las orejas. O, en todo caso, que se las tiren bien: que pongan todas las cartas sobre la mesa y se animen a decir "tal o cual cualidad/rasgo/arista del Sueño Americano da asco, a ver... ¿qué hacemos?" Pero acá se han pasado la temporada amagando con eso, y después nunca lo reflejan claramente...
      Yo me pasé el episodio pensando que ya va siendo momento que muera algún principal. Ojo, no lo digo por macabra, ni por mal influenciada por Martin y Cía., sino que, simplemente, la serie se acaba y si todos terminan vivitos y coleando va a ser la chambonada menos creíble de la historia. Pero, si van a morir, que sea en su ley. Monroe y Matheson tienen que pasar a mejor vida machete en mano, no de otra forma...
      No hay por qué darlas... seguiré hasta el final porque necesito saber a dónde pretenden llevar las cosas... y porque el Carnicero es buena contraparte para Lord Malandra... (que falta menos de un mes, madre mía...)

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  2. Hola, Guivi: Debido a lo formidable que encuentro tu blog, te he nominado al Liebster Award. En el siguiente enlace puedes enterarte al respecto: http://elcubildelciclope.blogspot.com/2014/03/segunda-nominacion-al-liebster-award.html

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    1. Uy, muchísimas gracias! Ya voy a enterarme de qué pasa y a leer tu entrada sobre Festín, que debería haberlo hecho antes y no he tenido resto! Un saludo...

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  3. el cap sigue en la misma ruta de no avanza nada la guerra con los patriotas, pero al final vemos algo muy interesante los robots tienen la ultima palabra.

    saludos

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    1. Eso de los robots me dejó pensando... lástima que en el episodio siguiente no desarrollaron nada! Veremos qué pasa en el próximo... gracias por tu comentario!

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