sábado, 7 de marzo de 2015

Celebrando la fortaleza femenina (I): Brienne de Tarth

Tengo la impresión que prácticamente todas las mujeres, en algún momento de nuestras vidas, sentimos que no estamos a la altura de las circunstancias. Que no somos capaces de cumplir con las expectativas que se generaron en torno nuestro. Que alguien puso el listón a una altura ridícula o, peor aún, que vamos corriendo por el andarivel equivocado.
No es para menos. Nuestra sociedad exige y requiere de su población femenina un cúmulo de elementos que, francamente, menoscaban la seguridad de cualquiera. Hay que ser bella, proporcionada o, por lo menos y cuando la naturaleza no nos ha dotado, elegante. Millones de mujeres corren en pos de un ideal inalcanzable que parece esconderse detrás de la próxima crema humectante, o sesión de ondas rusas, o rutina de tae-bo, cuando no en la magia del bisturí del cirujano plástico de moda. Por si el plano estético fuera poco (y pensando en ese aspecto nomás ya me agoto), se nos exige ser profesionales, y de éxito reconocido si es posible. En un mundo reglado por valores masculinos, se nos presiona para que juguemos con esas reglas y venzamos en la propia liza de los varones, cuando cualquier mujer desde pequeña intuye que, muchas veces, el verdadero suceso es silencioso e invisible. Y encima de todo eso, que ya de por sí es una montaña de quebraderos de cabeza, seguimos atadas al mandato patriarcal: hay que ser madres y esposas. El que me diga que no, que esa es una exigencia perimida y que me he quedado en el pasado, que me permita una sonrisita socarrona. Pierdo la cuenta si me pongo a recapitular cuántas de mis amigas, todas ellas dueñas de título universitario o profesión independiente, satisfechas con sus vidas y en pleno dominio de sus futuros, han debido afrontar la mirada censora de familiares y amigos porque... frisando (o pasando) los treinta, seguían solteras y sin hijos. Desde el argumento social al biologicista, pasando por el económico y el clínico, estas hermosas damas eran bombardeadas con las expectativas acerca de su fecha de caducidad maternal, y blanco de críticas o juicios de valor francamente desubicados. La liberación femenina ha sido un cuento, queridas mías, o en el mejor de los casos es una promesa a medio cumplir aún.
Diosas sexys, profesionales destacadas, madres abnegadas y amantes esposas. Así nos quiere la sociedad. Así de grande es el dolor de cabeza que podemos llegar a llevarnos si intentamos cumplir el mandato a rajatabla. Y es por eso que, pienso yo, muchas mujeres empatizamos de inmediato con la historia de Brienne de Tarth, heroína -si las hay- en la saga literaria de George R. R . Martin, Canción de Hielo y Fuego.


Brienne, la Doncella de Tarth, la "Moza"... es el epítome del "outsider", de la persona que no encaja en ninguna parte porque ha desarrollado un camino singular. El gran dolor de su vida es, precisamente, que no ha podido ser para su padre ni una buena hija, ni un buen hijo. Y esto merece una explicación.
Martin se encarga de describírnosla permanentemente como una muchacha poco agraciada, cuando no abiertamente fea. De rostro ancho y pecoso, labios gruesos, cabello rubio pajoso, pecho plano y estructura recia en general, dice el autor que su único atributo físico son sus espléndidos ojos azules (los ojos asombrosos e increíbles que tanto fascinan a Jaime Lannister). ¿Es esto suficiente para convertirla en una marginada? Teóricamente no. Ayer y hoy, más allá de los mandatos anteriormente expuestos, la carencia de belleza corporal no ha sido un impedimento definitivo a la hora de insertarse socialmente, tanto en lo laboral como en lo sentimental. De lo contrario, todas las que no somos top model estaríamos en serios problemas. El caso es que, para la dinámica de la época en que se sitúa la historia, que exigía de las mujeres los roles clásicos de esposa y madre, nuestra querida niña ha entrado al mercado matrimonial con la pata izquierda. De pequeña estuvo comprometida con un muchachito que falleció en una epidemia antes de llegar a la edad de casarse. Y después de eso, no hubo más que intentos fallidos para Brienne: o era rechazada, o ella rechazaba al candidato. ¿Qué hubiera ocurrido si su primer prometido hubiese llegado a la adultez? Nunca vamos a saberlo, pero me atrevo a pensar que no habríamos tenido cuento de la Doncella Guerrera, porque fea o no, la dama de Tarth habría terminado casada y con niños.

Brienne por Enife. Fuente: http://th02.deviantart.net/fs71/PRE/i/2011/239/d/b/brienne_of_tarth_by_enife-d47zhkd.jpg

De modo que no es su fealdad lo que la aleja de la media, sino su opción profesional, tal vez guiada en parte por otra característica física: su tamaño. Brienne es enorme, es un monumento de mujer, mucho más alta que la mayoría de los hombres con los cuales se cruza en su camino, absolutamente dotada por la naturaleza para manejar una espada, un hacha de guerra o, simplemente, sus fuertes puños en combate. Con lo cual resulta hasta esperable que haya decidido seguir el camino de las armas y convertirse en caballero.
Ya el género del sustantivo nos habla del carácter único de su decisión: no existe en castellano una palabra que equivalga al femenino de caballero. Creo que tampoco en inglés, que es el idioma original de estos textos. Lo cual no es ocioso: la palabra no existe porque se supone que el concepto que designa tampoco.En un ambiente medieval es impensable el desarrollo de una mujer que tenga habilidades de combate, porque la guerra es cosa de hombres (y de hombres nobles, para más datos). Una mujer que decide adoptar como propio el ethos del guerrero está, en ese contexto, decididamente cruzando una línea. Y ahí sí que la sociedad no se lo va a perdonar. En el caso de Brienne menos todavía. ¿Por qué? Porque es tan competente, sus habilidades bélicas alcanzan tal idoneidad y, para colmo de males, su vida y acciones revelan tan a la perfección la plasmación del modelo de comportamiento caballeresco que, para los varones, resulta vergonzante: han sido vencidos en su propia liza por una representante del sexo femenino, la "outsider" resultó ser mejor que ellos mismos en su propia cancha. El orgullo masculino no puede perdonar semejante "perversión" de las reglas. Es el mismo mecanismo por el cual no se perdona, o se cuestiona, a la mujer de negocios que logra ser más pícara que sus competidores, o a la política que no la juega de "dulce" y debate con sus compañeros y opositores en el Congreso de igual a igual, sin dar tregua ni pedirla.

Brienne según MisStick. Fuente: http://fc06.deviantart.net/fs70/i/2011/256/e/e/brienne_of_tarth_by_misstick-d49r1dl.jpg

Esa es una de las razones por las que amo a Brienne. Hay que ser muy valiente y muy fuerte para animarse a desafiar así a la sociedad que la rodea, para decidirse a ser una misma aunque al resto le pese tanto. Creo que ahí está la clave del porqué la rubia grandota es admirable e imitable al mismo tiempo.
A todo lo cual se suma otro factor: aunque a primera vista pueda parecer que la doncella de Tarth, por vestimenta y modos, parece mimetizarse con lo masculino, tal concepción me parece errónea. Brienne sigue siendo profundamente femenina. Conserva una sensibilidad exquisita (es que la sensibilidad, lamentablemente, es un atributo que solemos asociar a las mujeres, cuando se trata de una cualidad humana general). Ella se conmueve permanentemente: con la suerte de los débiles, con la de otras mujeres, con la de los heridos. Está siempre del lado de los pequeños, de los despreciados. Pero no desde la altura del caballero salvador, sino desde la empatía de una hermana, de alguien que comprende el sufrimiento ajeno porque ha sido capaz de encarar el propio. ¿Cómo no simpatizar con ella, entonces?
Por otro lado, Brienne sufre de una gran carencia que es, justamente, la que me permite verla como una marginal: no tiene grupo de pares. Esto es notable en la obra de Martin. Observemos una cosa: no se trata de la única mujer guerrero que encontramos en tales páginas. Tenemos, por un lado, a las hijas de la Casa Mormont de la Isla del Oso (mis mujeres favoritas de toda Canción de Hielo y Fuego); por el otro, las Serpientes de Arena del Dorne (no todas son guerreras en un sentido tradicional pero, por voluntad de su padre, Oberyn Martell, cada una de ellas ha desarrollado armas con las cuales enfrentar la vida). ¿Qué tienen estas mujeres que le falta (y le hace falta) a la Bri? Que no están solas. Que forman grupos en los cuales pueden apoyarse y acompañarse. Grupos que constituyen una red de contención frente a las adversidades de una sociedad que, en general, no está preparada para entenderlas. Lo que Brienne de Tarth necesita desesperadamente son amigas. Otras mujeres que la traten de igual a igual, que la comprendan, que no la cuestionen por lo que es, que la confronten si es necesario, pero desde el amor, desde el respeto, desde la tolerancia y la aceptación. Y les aseguro que, gustosamente, yo sería amiga de esta mujer excepcional, aunque no me considero ni por un momento a la altura de tales circunstancias. Y es por eso que este artículo quiero dedicárselo específicamente a mis amigas, como regalo del Día de la Mujer, por todas las veces que ellas han sido mi red de seguridad.
Supongo que hay muchísimo más para decir sobre Brienne, pero creo que por mi parte ya va siendo suficiente (no los quiero atosigar con mi admiración). Ahora sí, lo que me gustaría es conocer sus opiniones acerca de mi querida "rubia grandota" (que es la forma cariñosa con la cual me refiero a ella en mis conversaciones cotidianas).

14 comentarios:

  1. Exacto, Brienne es muy femenina y ser caballero no fue su primera opción. Ella hubiera querido ser esposa y madre. Cuando en la taberna experimenta cierto alivio por no tener hijos (y eso que se pone a cargar bebés y a contarlos que hasta Ser Hyle siente el tic tac del reloj biológico de su compañera de viaje) es como la zorra y las uvas. Yo también digo “qué bueno que no tuve hijos. Los chicos de hoy son insoportables”, pero cuando H. me hace bromas sobre tener un bebé juntos, me dan ganas de llorar.
    Lo otro, es la exclusión, por parte del mundo femenino, de Brienne. Hasta Catelyn no la entiende y siente cierto desprecio por ella, por fea, por estólida. En la serie, le hicieron a La Doncella tener un intercambio amistoso con Maergery que sería impensable en el libro.
    Al final como ocurre a casi todas las mujeres, de la saga son los hombres los que la apoyan a La Moza: El padre, Renly, Jaime, Hyle, Pod, Merivald, El Septon, Gendry...
    Un muy Feliz Día de la Mujer, Reina Guivi y gracias por ser mi amiga, y gracias D-ito por hacerme mujer. Hacía años que me creía solo una vieja seca y ahora estoy tan contenta que lo primero que mi Hot Pie me dijo cuando comenzó a enamorarme fue “¡Eres mujer y estás viva!” Y eso es lo que siempre debemos recordar las que pasamos la mitad de siglo.

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    1. Esa exclusión de las demás mujeres es lo que me duele más en el cuento de Bri, es lo que me lleva a quererla tanto y a desear estar con ella y ser su amiga... cómo me gustaría que las Osas la adoptaran! Sí, es un sueño imposible, pero también de eso se vive, no?
      Me siento muy feliz cada vez que leo de tu propia historia... nunca, pero nunca, hay que renunciar a la vida, en todas sus manifestaciones. Negarse al amor, sea la edad que sea, nos hace morir en vida y eso no se lo deseo a nadie. Así que espero pases un hermoso día de la mujer, y que te hagan sentir una auténtica reina, porque no merecés menos que eso, Male!

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    2. No quiero abrir de nuevo el debate sobre misoginias martinianas, porque no es eso, pero si hay un cierto temor a las amistades femeninas entre los hombres. En la saga no hay cuentos de amigas, no hay buenas relaciones entre hermanas o madres e hijas (punto aparte Ellaria y sus víboras). Las mujeres hacen daño, dan malos consejos, matan a los maridos (Mirri) de otras mujeres. Cersei se acuesta con su mejor amiga, Daenerys hace lo suyo con su fiel criada. No debe sorprendernos que Brienne prefiera confiarse con un sacerdote desconocido antes que con Su Señora Catelyn que al final también le hará daño.
      Si H. y yo tenemos una madrina, eres tú porque aun sabiendo los detalles más oscuros me has animado a seguir, a bajar expectativas que al final son falsas, a tener fe y a volver a confiar no tanto en él (una responsabilidad que no debe darse sino hasta que ellos la pidan) sino en D-s, y en mi. Mira que mis amigas más antiguas están 100% en contra de lo nuestro y en su mayoría por prejuicios, por cuentos de que si “yo soy mejor que él”, que si su pasado, que si no me quiere. A mí lo que me importa es el hoy y el futuro. Brienne es 100% mejor que Jaime, y el pasado del Matarreyes es más sucio que la política chilena ¿Y? ¿Acaso no los queremos juntos?

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    3. Esa es una carencia notable en el relato martiniano: la falta de vínculos femeninos profundos. El más notable fue, a mi modo de ver, el de Dany con Missandei, que entablan una relación no maternal pero sí de hermanas mayor y menor. Después, por ejemplo, de la relación entre las osas mucho no se habla. Otro ejemplo que se me ocurre de vínculo entre mujeres que podría desarrollarse mejor sería el de Arianne y sus primas... pero en fin, no podemos pedirle tooodo a Martin.
      Qué te puedo decir, amiga, yo soy de las que prefieren lamentarse por haber hecho algo que lamentarse por haber perdido la oportunidad. Yo le apuesto a que las cosas te van a salir bien. Llegado el caso, por lo menos tendrás un cúmulo de momentos felices para atesorar, y eso no es poca cosa... Sinceramente no creo en eso de que "alguien sea poco o mucho para...", me parece que es una forma de ver las cosas muy de la época de Louisa Alcott, y creo que en pleno siglo XXI, con el tipo de sociedad que tenemos, debería estar superado. Cuenta siempre con mi apoyo para todo lo que te haga bien!

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    4. Yo creo que para los hombres es difícil visualizar los recovecos de la amistad femenina. Bueno, a nosotras también nos confunden los lazos afectivos hetero que surgen entre machos. Ellos ven a las amigas como un muro anti-hombre. Lo primero que me dicen (hasta H.) es “no les cuentes a tus amigas de lo nuestro”. Por eso a los escritores les es difícil crear ese misterio femenino porque no lo entienden ni lo conocen.
      Con quien Brienne si entabla una amistad es con Pod. Me molestó como la enfocaron en la serie, pero parece por el tráiler “La Visión” que esta temporada si habrá una relación más profunda entre dama y escudero. Dicen que lo opuesto a caballero es “dama”, entonces usemos el antónimo sin empacho. Dama como sinónimo de guerrera.
      Aclaro que mis amigas no son clasistas o lo son, pero no en términos de si H. es miembro de la clase artesanal. Y yo de la profesional Lo que les preocupa es que no es un “intelectual” que no está a la altura de mi “erudición”. Para lo que me ha servido a mí tener tres títulos universitarios. En este momento, en términos económicos y de poder, él está dos escalones arriba mío.
      Algo que me gusta de Brienne es que intenta hacer cosas. Acepta desafíos, sea pegarle a Loras, ser nana de Matarreyes, o ir a buscar a las niñas Stark. Si le va mal, apechuga. Ella si fue a la Corte de Renly, aunque fuera para estar cerca suyo. Ayy, recuerdo cuando cuenta como lloró la noche en que su Rey se casó.
      Nos enseñan a sentirnos orgullosas de huirles a los hombres difíciles, pero llega un momento que te cansa andar huyendo, que la misma soledad te hace detenerte y hacerle frente a lo que la vida te ofrece. Cuando no se tiene nada, un cúmulo de buenos recuerdos es un lujo que no se puede despreciar. Gracias por tu apoyo.

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  2. Hola, creo que es la primera vez que escribo aquí pero, es cierto, Brienne es una mujer valiente que pese a sus complejos e inseguridades es muy valiente y se atreve a desafiar las reglas y por eso es mi ídola. Por otro lado es una mujer sensible e increíblemente dulce que creo merece tener un final feliz al lado de alguien que la vea como una compañera de vida, sin prejuicios y dispuesto a aceptarla tal cual es (pensando en Jaime Lannister en 3.. 3.. 1..).
    Adoré la forma en que Jaime y ella se conectaron y espero que en los próximos libros exista una conexión más estrecha. Soy fan de estos dos y creo que lanzaré confetis y bailaré como loca si estos dos terminan juntos. Definitivamente sería amiga de esta mujer tan extraordinaria.
    Saludos. Un beso.

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    1. Me alegro muchísimo por tu comentario! Siéntete bienvenida y como en casa, Monyk! Si tienes ganas, hay por aquí unos cuántos artículos dedicados a la Moza y el Matarreyes, sobre todo durante el año 2013, cuando estábamos viendo la tercer temporada de la serie. Siéntete libre de comentar a gusto!
      Yo creo que todas los shippers de este dúo estamos cruzando los dedos a la espera del próximo libro, para descubrir qué ha sido de los dos rubios, si han sorteado las pruebas inminentes que les esperan y si han llevado la relación un paso más adelante. Y por supuesto, cuando nos enteremos de eso, si se dan nuestras expectativas, vamos a organizar tremendo carnaval de puro contentos que estaremos!
      Encantada de tenerte por aquí. Un abrazo!

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  3. Se me olvidó que no te había comentado!
    Me encantó tu análisis, desde el primer párrafo, el cual me hace sentir bastante identificada y al igual que Brienne, busco mi propio camino a pesar de las opiniones de los demás buuuu
    Interesante los puntos que tocas, me encanta que Martin la haya hecho tan seca (como decimos por aquí a alguien que es muy bueno en algo, un capo ;)) en cuanto a combates generando envidia de algunos y admiración de otros.
    También coincido en que le haría bien un grupo de pares ¿cómo se llevaría con Asha? Yo creo que las Mormont la adoptarían felizmente. Y con las serpientes también encajaría.
    Su sensibilidad fue lo que me terminó de ganar, es conmovedora su preocupación por Pod, la gente de la Tierra de los Ríos, por el mismo Jaime cuando recuerda cómo sufrió él cuando lo amputaron y lo cruel que le pareció a ella, a pesar de que momentos antes de que ocurriera, lo despreciaba. Y su romanticismo, eso también me encanta, su amor por Renly y sus todas sus evocaciones a Jaime, el nerviosismo que muestra en la parte de Guardajuramentos, su timidez, ahí es cuando uno se da cuenta que es una niña. Es muy tierna.

    Y esperemos que pase algo con Jaime, es hora de que la moza tenga algo de felicidad y el matarreyes es el indicado! jejej

    Saluditos Guille, seguimos hablando por interno XD Y espero tus otras notas =)

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    1. Y yo que no reviso los comentarios, qué desastre, Any!
      Es cierto, qué difícil se nos hace sostener el camino elegido frente a los comentarios "bienintencionados" de los que nos rodean... pero ahí la tenemos a la Moza para inspirarnos y hacernos perseverar. Creo que por eso la queremos tanto: nos da ánimos, porque si ella pudo en circunstancias tan severas, ¿por qué no vamos a poder nosotras?
      Seh, las Mormont la incorporarían a la manada sin dudarlo. Habría que ver qué pasa con las serpientes... esas son un poco más difíciles, pero no creo que le hicieran aparte. Con Asha me encantaría verla, por eso cuando en los fics (ejem, ejem) las hacen amigas me sienta tan bien... :)
      Pero sí, se merece un poco de alegría, esa mujer! Esperemos que Georgie nos de el gustazo...

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  4. Awwww, que lindo está esto. Te salió genial Guivi. estoy de acuerdo contigo, Brienne es un personaje de esos que son entrañables, y profundamente humanos.
    Estoy convencida de que el Tarly la ve y se da cuenta de que ella es todo lo que hubiera deseado en el pobre Sam.
    Me encanta que hayas acotado que no exista femenino real para "caballero", aun cuando muchísmas mujeres tomaron las armas para defender tierras y causas desde tiempos antiquísimos.
    Te quiero =)

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    1. Gracias por el comentario, Lou!!!!!!! Que te haya parecido bueno el artículo es importante para mí, vos no das fácilmente tu aprobación y eso para mí es una perlita...
      Ese Tarly tarado, seguramente estuvo comparando a su hijo con la Bri... ¿hubieran sido buenos amigos, esos dos? La banda de los outsiders, podrían haber armado...
      Yo también te quiero mucho!

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  5. Por mucho que deseaba continuar leyendo esta serie de textos tuyos, me había prometido a mí mismo no retomarte hasta ver que habías contestado mi último comentario, que con tanta inspiración te escribí (¡Mujer ingrata!). En cuanto a este escrito en especial, muy emotivas e inteligentes palabras, tanto acerca del papel de la mujer actual, como cuando introduces a la figura de la heroica Brienne, dentro de los recios modelos ficcionales de una dama admirable. A ver si ahora consigo tu atención, que me tienes botado, Guivi (y por cierto, por si te interesa acá va lo que escribí acerca de "Danza de Dragones": http://www.elcubildelciclope.blogspot.com/2015/03/la-saga-en-su-mejor-momento-danza-de.html )

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    1. Soy horrible, Elwin, y más horrible es mi sistema para encontrar los comentarios en el blog. No consigo poner esa alarma que veo tienen en algunos otros sitios, que les avisa cuando hay comentarios. Así que, si por alguna razón no paso por aquí y no reviso los mails, no me entero de nada... uf, perdón. Estoy recontra atrasada. Encima tardé como tres semanas en cumplir con el último artículo que tenía prometido (por cierto, si se lo tengo que dedicar a alguien, es a dos personas: una amiga que me banca en mi obsesión por la Mayor bajoriana, y vos, que la querés a la colorada tanto como yo o más). La cuestión es que había comentarios y no los ví... buah!
      Tengo que leer tu reseña, el otro día la había empezado y me cortaron no recuerdo con qué pedido. Volveré, sí, volveré!

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