domingo, 26 de abril de 2015

Mi "asunto" con los Stark.

"Siempre que haya reunión, será mi opinión
la que en la familia desate algún bardo..."
La Renga. El rebelde.

Fuente: Deviantart.com. Autor:Boshman



Son los niños mimados del gran público. La buena gente, los que te gustaría contar como amigos. En general, todas las palabras que denotan virtuosismo les están asociadas: leales, sinceros, confiables, honestos y honorables. Dentro de la saga literaria de George R.R. Martin, Canción de Hielo y Fuego, así como en su versión televisiva (cada vez más libre y menos adaptación) esta familia aparece fuertemente alineada en el bando de lo que tradicionalmente llamaríamos "los buenos", si es que una calificación así puede utilizarse para describir algo en esta obra artística. Pero sí, qué duda cabe, viéndolo desde una posición simplista, los Stark son los luminosos.
Decían por ahí que es fácil reconocer a un nuevo fan de Juego de Tronos simplemente preguntándole con qué casa se considera alineado. Nueve de cada diez lectores (o televidentes) del primer libro/temporada, suelen decantar por los Stark. Aparentemente, al avanzar la lectura y comenzar a conocer a las demás familias (y teniendo en cuenta la desgracia que parece acompañar siempre a los primitivos favoritos), los porcentajes se reparten mucho más.
No soy la excepción. Es prácticamente imposible no empatizar, al principio, con esta gente, y no sentirse hondamente conmovido por la profundidad de su drama. Pero, he de reconocerlo, muy rápido comprendí que Martin ha repartido por todas las casas (incluso las que teóricamente son más "negras") a los personajes complejos, interesantes e inclusive queribles de esta historia. Para mí los más adorables no son Starks: en mi corazoncito el lugar especial se lo llevan Brienne de Tarth y la pequeña Shireen Baratheon (y agregaría a Walda Frey, pero la verdad es que la mayoría de lo que sé acerca de esta muchachita no pasa de ser headcanon personal).
Sin embargo, mi visión de los Starks dista de ser romántica. Son buena gente, ya lo dije... pero vamos, no son perfectos. Ya sé que no faltarán quienes piensen que estos son argumentos de traidora (no tengo la menor intención de negar mi entrevero con cierto personaje causante, en parte, de las grandes desgracias de esta familia...), pero les aseguro que no, mi problema no son los Starks... he llegado a darme cuenta que lo que me desespera son los starkófilos acríticos.
A ver, un momento. ¡La loca ha sacado de la galera toda una categoría conceptual! Pero antes de explayarme en ese particular, me permito dos palabras acerca de cada uno de los miembros principales de dicho clan.
Eddard (Ned): lo quise como a un padre, en serio lo digo. Un tipo serio, honrado, responsable... se hacía cargo de la que le tocaba (aunque fuera peliaguda y fiera). Pero era un imbécil en lo que hace a  la realpolitik y, además, medio lelo a la hora de proteger a sus hijos. En fin, lo dicho, nadie es perfecto. Una de las cosas que me dan inquina de don Georgie es que, por enésima vez en la historia de la literatura, hizo quedar a las personas honestas como políticamente incapaces. Menos mal que después se rehabilitará con un Doran Martell, donde quedará claro que la astucia no es patrimonio exclusivo de los hombres sin escrúpulos.
Catelyn: aunque sea Tully de nacimiento, las circunstancias la transforman en una Stark de ley. Me gusta. Sus capítulos siempre me resultaron interesantes. Daba una óptica diferente sobre las situaciones que, típicamente, se supone que son "cosa de hombres" en esa sociedad. ¿Metió la pata? Sí, estrepitosamente. Pero la verdad es que sin ella nos quedamos sin motor dramático.
Robb: ¿Qué te voy a decir del Robbie? Era un chico, en todo sentido de la palabra, no estaba maduro para las cosas que le tocaron. A veces parece que las sorteó bastante bien, pero me voy a quedar con la impresión que no le hizo caso a sus mejores consejeros (estemmmm...) y eso le costó carísimo. Claro que me da pena, pero lo suyo fue una seguidilla de errores, empezando por aceptar la aclamación como "Rey en el Norte" (¿adivinen quién no estaba en el momento en que los demás señores juraron fidelidad? Sí, adivinaron bien). Muerto Ned, esa guerra ya no tenía sentido. La solución de Cat hubiera sido la mejor salida (pero claro, no hubiéramos tenido libros subsiguientes...) Así que yo te lloré, Robbie, y me dio pena que un muchachito tan prometedor acabara así, pero si la muerte de uno puede terminar una guerra y evitar el sufrimiento de muchos más... (soooo, Guivi, esas son tus malas juntas!!!!!!!)
Sansa: en general es la Stark más odiada y menos comprendida... y por supuesto, es mi favorita. La "princesita" de la casa es una auténtica sobreviviente. A mi modo de ver no sólo demuestra astucia sino unos nervios de acero: es capaz de seguir representando ese papel de damita decorativa mientras todo se derrumba a su alrededor. Pero justamente esa imagen inofensiva es la que evita que otros la vean como una amenaza. Al no ser tenida muy en cuenta, al pasar desapercibida, Sansa tiene la oportunidad de oro para escapar... y no la desaprovecha. Si eso es ser tonta, por favor, quiero que me cuelguen ese cartelito.
Arya: al revés, es la preferida del fandom... y a mí me genera escalofríos. No me malinterpreten: me conmueve hasta el alma permanentemente, pero hay cosas que no concibo, que no puedo aceptar... y tiene que ver con los starkófilos acríticos, obviamente. No tolero esa visión según la cual hay que considerar digno de alabanza que una nena de once años se convierta en una asesina badass. No cazo con los que festejan a una chica teniendo que asumir la venganza de su familia. Y temo por ella. Las huellas psicológicas de este personaje tienen que ser monumentales... nunca podría tener una vida común. Bajo ningún punto de vista voy a festejar la deshumanización de una niña.
Bran: es otro de mis favoritos. Muchos dicen que su historia es aburrida. A mí me encantó. Otro que tiene que crecer a la fuerza pero, en este caso, la proximidad de un conjunto de seres profundamente humanos como son los Reed, Osha y Hodor generan a su alrededor una barrera de contención que hacen más suaves los encontronazos de su vida. Y eso se nota, ya que Bran nunca pierde su dulce natural.
Rickon: ¡qué poco sabemos de este chiquito! Un pequeño salvaje, ojalá los libros subsiguientes le deparen un gran destino. Yo pienso que todavía tenemos mucho por leer sobre él.

Jon Nieve: "legalmente" no es un Stark, pero me importa un bledo. Cultural y humanamente, sí. Fue el primer personaje de la obra martiniana que tocó mi corazón, con esos conflictos de niño excluido que hará lo imposible para ganarse el respeto del padre al cual adora incondicionalmente. Siempre tuve debilidad por este tipo de personajes. Cuando, con el correr de la lectura, lo vimos desplegar toda la gama de grises morales, más aún creció mi empatía y mi cariño. Una sola cosa me empaña al personaje: la elección del cast para la serie, me parece, no fue la más acertada. Es decir, no tengo nada en contra de Kit Harington, pero me parece que no es "el actor" para este rol. Luego de cinco temporadas de serie he llegado a acostumbrarme, pero en fin... (vamos, que en mi imaginación y cuando lo leo, Jon siempre me sale clavadito a Ioan Gruffud en The Examination for Lieutenant, de la serie Hornblower).




Y sí, es el fancast de la loca para Jon Snow... lástima que hayamos llegado unos veinte años tarde, ¿no, Ioan?


Como verán, y malgrado toda mi locura boltoniana que, es de público conocimiento, solamente es culpa del Sr. McE y su sonrisa malandrosa, en general no tengo nada en contra de los Starks. Mi problema no son los personajes... ni siquiera son sus admiradores serios y críticos. Mi problema son los starkófilos acríticos, los "adoradores de perros" (obvia referencia a que en la serie cambiaron a los tremendos lobos huargo por simpaticones siberianos). Llamo así a todos aquellos que son incapaces de advertir los grises que plagan la obra martiniana. Los que poco menos santifican a los miembros de esta familia. Los que se muestran ciegos ante la riqueza que tienen estos personajes en cuanto comenzamos a explorar su moralidad profunda. Los que piensan que "solamente" sus objetos de adoración son dignos de mérito, y que todas las demás casas son un hato de malandras, rastreros, oportunistas mal nacidos.
En fin... si se quedaran en eso, no sería tan grave. De última estamos hablando de personajes de ficción. No le hacemos mal a nadie en la vida real con estos odios y estos amores. Pero el problema con los acríticos (y esto lo he podido comprobar decenas de veces en diversos foros de debate online) es que creen que, por el mero hecho de adherir a una familia honorable, ellos también lo son. Como si, por sola afinidad, se contagiaran de las virtudes que esta gente ha ostentado. Se consideran la parte "sana y decente" del fandom y, por lo tanto los que, como quien suscribe, encontramos interesantes a otros personajes decididamente grises (o castaño oscuro tirando a negros), seguramente lo hacemos porque somos tan perversos como esas personalidades que nos atraen. Pura estupidez, pero así es la cosa, he tenido la desgracia de leerlo.
Lo más interesante de la cuestión es que justamente estos acríticos despliegan en los debates toda una panoplia de características que, decididamente, no son propias de los Starks. Son intolerantes, insultan a los que no piensan como ellos, tienden a ver la vida en blanco y negro. Y son vengativos: son los que se alegran por la ordalía que sufre Theon Greyjoy, por ese destino peor que la muerte más espantosa que le tocó a manos de Ramsay Bolton, simplemente porque "osó traicionar al amigo de toda su vida". Sí, ya sé que muchos hubiéramos querido ver degollado al pobre de Theon. Pero eso es una cosa... y vivir para contar el martirio causado por el minimostruo es algo que no le desearía ni al peor ser humano. Los Starks, evidentemente, son mucho más compasivos que sus acólitos acríticos.
Ya bastantes dicotomías hay en la vida cotidiana, bastantes luchas de "blanco y negro", bastantes situaciones en las que decididamente hay que embanderarse y luchar como para que, encima, tengamos que andar haciéndonos problema por estas confrontaciones de ficción. Son de ficción, hombre... la lectura de este tipo de novelas tiene que ser causa de placer, de distensión, nunca fuente de enfrentamientos o preocupaciones que no vienen al caso. ¿Te gustan los Stark (o los Targaryen, o los Lannister, o...)? ¡Enhorabuena! ¡Que aproveche! Eso no te hace mejor ni peor que nadie... en ésto, como en tantas otras cosas, es preferible vivir y dejar vivir.

8 comentarios:

  1. En definitiva, internet tiene la gran cualidad de unirnos y el gran defecto de separarnos al mismo tiempo. Creo que esa es la peor parte, la intolerancia y la incapacidad de comprender al otro y aceptar sus decisiones. Tal vez es algo que depende de la edad, la formación, la personalidad o el caracter.
    Uno de los problemas del fanatismo es precisamente el enardecimiento de las pasiones. si no sintieramos pasión no seríamos fans.La cosa nomás es, uno es fanático de un personaje, de una obra, de una actividad? O uno es fanático del fanatismo?
    El fenómeno del Pablo de Tarso navegando en la red.
    Besos amiga ;)

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    1. A lo mejor nos estamos equivocando desde el principio... ¿merece la pena esto del fanatismo? ¿No deberíamos, a lo mejor, hablar de "simpatizantes", seguidores de x obra, etc? No sé, el fanatismo es una cosa que siempre me dio un poco de recelo...
      ¿Por qué nos resulta tan difícil vivir y dejar vivir? Sería tan aburrido si todos pensáramos igual...
      Un abrazo!

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  2. Muy interesante tu análisis sobre los Stark en esta memorable saga. No recuerdo si te he contado antes quiénes son mis favoritos; acá va la lista: El primer lugar lo comparten Tyrion y Daenerys, luego les sigue Arya y por último Brienne, je, je. Aprovecho de contarte que te dediqué unas cuantas líneas en mi último post:http://www.elcubildelciclope.blogspot.com/2015/04/el-cubil-estuvo-de-aniversarioy-yo.html

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    1. Nunca me habías contado de tus favoritos! Lo bueno del caso es que tenés uno de cada familia, así que nadie te puede acusar de parcial, jajaja!
      Millón de gracias por la mención en tu artículo!

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  3. ¿Qué te puedo decir? Yo soy gata y me inclinó ante leones. Los Stark no me caen tan mal como los Targaryen, pero son bien brutos y Ser George es consciente de sus falencias. Es fácil quererlos porque cada uno (hasta Benjen, te olvidaste de él) corresponde a algún arquetipo. Además son bonitos, pero también son dickensianos en su nivel de tragedia. Y parafraseando a Oscar Wilde sobre La Pequeña Nell de Dickens tendríamos corazón de piedra si no derramáramos lágrimas de risa ante tanta tragedia. Odiamos a quienes hacen llorara los Stark, pero nos revientan cuando se ponen sermoneadores y se erigen en jueces de moral.

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    1. Exacto, una cosa es conmiserarse del doliente y otra muy distinta es cuando "otros", en lugar de las víctimas, salen a darnos sermones morales donde solamente hay una cuestión estética (en el fondo es literatura, ¿no?). Mi problema es que se crean "tan buenos como", cuando en realidad no está comportándose "a la altura de". En fin...
      Me acordaba de Benjen, pero la verdad no tengo nada que decir del pobre hombre, jajaja! Igual vino bien que lo trajeses a colación... no podemos ningunearlo!

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    2. Una de las cosas por las que me agarro con los fans de las Stark es que no captan que todos los males recientes de Poniente son por culpa de los Stark. Mas allá de todas las burradas cometidas por Ned, Lord Snow, y las mil y una cag-s del Rey del Norte, siempre es “Si Bran no hubiera desobedecido a su madre”, ”Si Cat no hubiera raptado al Gnomo” “Si Sansa no hubiera delatado a su padre, ect,” Pero si vamos más atrás todo comenzó por culpa de una tal Lyanna Stark.

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    3. Yo no quería ser tan mala con esa chica, jajaja! En ese caso tiendo a culpar al tarado de Raeghar (con perdón de los Targy fans, pero ese chango era muuuuy poco responsable). A Lyanna la excusaría su juventud y el hecho que aparentemente era bastante poco reflexiva e impulsiva... pero es cierto, ¿qué hubiera pasado si ella se negaba a huir con el príncipe? Igual siempre tendremos la duda de si fue o no fue un rapto, ojo...

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