domingo, 13 de octubre de 2013

Revolution 2x03: "Love Story", o algunas experiencias cercanas al horror.

Puede ser que el título de esta entrada peque de un cierto efectismo. Mas no por ello deja de ser cierto que, en el episodio pasado de Revolution, se barajaron algunas interpretaciones del amor que me dejaron al borde del espanto. Pasen y lean, el recuento semanal de impresiones, spoilers y... bue, lo de siempre.

1) Muchas maneras de entender el amor.
Finalmente nos enteramos quién era la moribunda que precisaba la transfusion: la esposa de Titus Andover. No voy a detenerme a describir el malestar hasta físico que me produjo la primera escena del capítulo, con mi indefenso general a punto de ser exprimido como una naranja. No, lo tremendo del caso pasaba por otro lado: el apego enfermizo que este "malo maloso" sentía por su mujer.
Pienso que este capítulo ha sido un muestrario de formas de entender el amor, y de las cosas que uno puede estar dispuesto a hacer por aquellos a quienes ama. Y sí, esto es Revolution, y aquí además de una cierta ciencia ficción blanda y mucha acción, hay un carnaval variopinto de vínculos.
El amor obsesivo, para empezar. Andover estaba claramente desequilibrado, y la manera de entender cuál era su deber para con su esposa, evidentemente, era sólo uno de los aspectos en que esto se notaba. Era el amor - obsesión, que no puede soportar la pérdida del objeto de su desvelo, y que cruza todas las barreras de la ética con tal de mantenerlo atado a sí. Porque, otra cosa evidente, la esposa quería quebrar ese vínculo aún desde antes de caer enferma (lo cual se deduce de sus diálogos con Rachel).

También vimos al amor desolado buscando venganza. Ton Neville representa justamente eso: es un hombre terminado por la muerte de su señora y, como él mismo lo ha aclarado, su objetivo de vida, el norte que lo mantiene en un rumbo, es lograr que los culpables de su pérdida lo paguen.

Rachel es, por momentos, el ejemplo de otra faceta en esta tipología: el amor que se arriesga, que se la juega. Me va gustando cada vez más. Todo lo que hizo para ir al rescate del cuñado me resultó sumamente conmovedor. Es un amor que no calcula, incluso peca de poco reflexivo, ya que antepone la necesidad de salvar al destinatario de su sentimiento como sea, incluso poniendo en riesgo la seguridad de los demás. Es para quedarse pensándolo...

Miles, por su parte, ha representado al amor que protege. Y que sobreprotege, también. Pero qué le vamos a pedir, ese ha sido su rol desde el principio. Si hay algo que lo define es el papel de cuidador. Hasta podríamos hilar finísimo y decir que, en ese afán de velar por los otros, sobre todo si los considera más débiles, estuvo el germen de la milicia (hagamos memoria del episodio 1x03...). Y, justamente, sus grandes dolores tienen que ver con los momentos en los cuales le ha fallado a aquellos que se había comprometido a defender.
Aflojate, rubia, mirá dónde estás...! *suspira*

Otro que ha sabido asumir el rol de protector es Aaron. Pero, en este caso, se complementa con otra faceta, la que encarna Cinthya. Ella lo dignifica, lo "pone frente al espejo" para que, de una buena vez, acepte que tiene mucho valor (tanto por valiente como por valioso). Nuestro querido gordo a encontrado una mujer que sabe hacer algo impagable por el hombre que tiene a su lado: enaltecerlo. Y, la verdad, es un detalle que me encanta.
Por cierto, ¿ya dije que amo a este par?

2) Cuando las piezas caen en el lugar correcto.
Desde un principio dije que Rachel no me cerraba. Que la veía fría, demasiado contenida, como si tuviera miedo de sentir. ¡Miedo de sentir! ¿Cómo no me había dado cuenta?
Durante lo que va de esta temporada, pienso que he comenzado a descorrer un velo. Nos han empezado a mostrar una Rachel vulnerable, empática, compasiva... como si lo sucedido en la torre hubiera liberado sus sentimientos. Vamos, no quiero decir que se haya vuelto cálida, pero poco a poco se me ha hecho más cercana.
Este último episodio, en ese sentido, ha sido una revelación para mí. Ahora comienzo a entederla mucho mejor. Sobre todo gracias a dos escenas. La primera, cuando le cuenta a Miles que la esposa de Andover se ha suicidado y él le pide que sonría, para disimular. Ella esboza una mueca. Él le reitera que sonría, y ella le contesta: "Esta soy yo sonriendo..." La segunda, que a mi modo de ver fue magistral, cuando Miles quiere que ella se ponga a salvo, porque no va a poder protegerla herido como está, y ella le contesta: "No necesito un mártir. Te necesito a tí. ¿No podemos protegernos el uno al otro?" Aseguro que toqué el cielo con las manos. Mi pensamiento fue: "Date por hecho, morocho, es lo más cercano a un  te quiero que vas a tener de esta mujer..." (La foto es del tumblr de eveningflares)


Rachel se me ha revelado como una persona de sentimientos profundísimos, auténticos, entrañables... pero que no sabe, o no puede, o no considera necesario exteriorizarlos. Ella es medida, pero no cabe duda de la intensidad con la cual siente. Finalmente los guionistas han encontrado la manera de hacerlo patente. Con un par de gestos, con algunos diálogos, con ciertas miradas que valieron por miles de palabras. Ya está, ya quedó claro... ella también muere por el cuñado.
El problema no estaba en su escasa demostratividad. En realidad, tengo experiencia con gente poco demostrativa desde lo físico-afectivo, pero siempre había una manera en que uno se enterara de sus sentimientos. El asunto con este personaje era que no había encontrado esa vía para con ella. Ahora sí la tengo, y por eso ya no me molesta si sigue siendo aparentemente desapegada, porque he hallado la manera de leer sus emociones. Ya no queda duda que, aunque no lo exteriorice, es profundamente emotiva. Por lo menos hay un aspecto del capítulo semanal con el cual me siento en paz. La pregunta es: ¿por qué no lo esclarecieron antes?

3) Los motivos de los patriotas, y otras yerbas por el estilo.
La propia Justine Allenford se ha encargado de darnos a conocer cuáles son los objetivos de estos autodenominados "patriotas" que, munidos de todos los símbolos caros al pueblo norteamericano, han entrado en escena con la nueva temporada. Quieren recuperar el poder que perdieran a manos de Monroe, la República de Seattle y todas las demás agrupaciones políticas que surgieron con posterioridad al apagón. Dicen que para restaurar lo que fueran los Estados Unidos de antaño, y eso permite a los desorientados supervivientes de las explosiones nucleares, suponer que implica todo el cúmulo de derechos y libertades que un americano promedio asociaría con sus sistema tradicional (así como todos los límites, explícitos e implicitos, que dicho orden de cosas conlleva).
Pues bien, nosotros, espectadores, sabemos que hay gato encerrado. Y no solamente por la malhadada cartita en árabe de la cual me quejaba en la entrada anterior. Un halo de opresión y "oscuridad" rodea todas las acciones de estos supuestos patriotas. Desde el principio: necesitaron reducir a cenizas radioactivas gran parte de la costa este de su propio país para poder iniciar sus planes. Y, de allí para adelante, los métodos a los que recurren suelen ser por demás macabros.
Fijémos, por ejemplo, en la manera en que fue utilizado Titus y sus secuaces. El enviado de Allenford se lo dice con toda claridad: "necesito que aterrorices a esta gente, no que la masacres". Terror, esa será su herramienta. Pero no para ser temidos, sino para presentarse después, como los héroes salvadores frente a la amenaza que mantenía a un pueblo en estado de miedo. Los patriotas orquestan los horrores para luego mostrarse como "los buenos muchachos": método bastante común para generar adhesiones. Crea tu propio mostruo, déjalo suelto un rato, cosa que lo vean y le teman, y luego destrúyelo, presentándote como el "hombre del momento". Uf, si lo sabrán ciertos políticos que conozco...

El final del capítulo fue precisamente de ese tenor. Nuestros protagonistas en situación crítica y, en el momento de mayor necesidad, los patriotas irrumpiendo en el pueblo para "salvar el día", cargándose uno tras otro a los agentes de Andover (y al mismo Andover, de paso). Miles, herido y preocupado porque Rachel ha perdido el conocimiento merced a un flechazo, no alcanza a comprender qué está pasando, hasta que un soldado en traje de fajina, haciéndose cargo de la mujer herida, intenta tranquilizarlo diciéndole que han llegado los hombres del presidente de los Estados Unidos a hacerse cargo de la situación. Miles se pone de pié, observando cómo en un mástil es izada la bandera de las barras y las estrellas. Y, otra vez, Billy Burke nos da muestras de su gran expresividad: vemos en su rostro el cúmulo de emociones que se agolpan dentro de un hombre que, tiempo atrás, fuera también él un soldado. Educado para respetar, amar y dar su vida por esa insignia que, por primera vez después de quince años como mínimo, observa flamear gallardamente en las alturas. Pero no es ese el sentir que lo gana, no. Porque Miles también sospecha que aquí está pasando algo raro, que esa bandera no es más que un señuelo para hacerle bajar la guardia, que las cosas no son como parecen. Y es ese desgarro interno lo que percibimos en sus ojos.

Bueno, como que queda obvio que la emocionada, en ese momento, fue la fangirl. (Alerta parcial). Es que la empatía con esa criatura me ganó por completo. Me hice cargo de los sentimientos encontrados que tendría. Vamos, que por estos pagos también tenemos la triste experiencia de ver cómo un grupo se apropia de los símbolos que son de todos para después, en su nombre, emprender la cacería de los que considera opositores. Que alguien se apropie de tu bandera, o del nombre de tu país, y que después lo use en contra de los que ha jurado defender, es terrible... y de eso, por mi pobre patria, sí que sabemos. Así que, salvando las distancias, no me costó nada ponerme en el lugar del morocho.

En fin, sé que pasaron muchas cosas más en este capítulo, pero no me generan demasiadas reflexiones dignas de ser compartidas... si alguien quiere comentarlas, me alegraría muchísimo. ¡Siéntanse libres de opinar y compartir!

7 comentarios:

  1. Me alegro que te guste la pareja que le pusieron al General. Yo hasta no verla...
    Es lo que hablábamos en mi blog. La dependencia emocional de una persona, en este caso el ser amado, que no supera la perdida. Estaba pensando que hay más viudas que reinician su vida que viudos. Yo conozco muchos casos de maridos que no han sobrevivido a la mujer, desde mi bisabuelo hasta Menachem Begin, y estoy hablando en ambos casos de hombres recios, con experiencia militar. También he escuchado a más hombres decir “No soy nada sin tu” “sin ti no quiero seguir”, así que entiendo perfectamente al tal Titus (aunque eso de desangrar a BB es el colmo del sadismo) y a Neville.
    ¿No tuvimos Charlie y Bass en este episodio?

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    1. Es verdad! Uno a veces se confunde por el tema de las separaciones. Me da que el separado rehace su vida más fácil / rápido que la separada... pero en el caso de la viudez es todo otro cantar! Los hombres suelen quedar como perdidos, en ese caso...
      Pero a estos muchachos se los entiende hasta cierto punto... claro, son los casos extremos... Lo de Neville me cuadra más... pero lo de Titus... uy, cuando lo veas me cuentas... lo tremendo del caso era que quería mantener con vida, como fuera, a una mujer que lo único que quería era morirse, por el nivel de sufrimiento que estaba soportando. Titus estaba totalmente negado ante esa realidad...
      Hubo Charlie - Bass, pero no me produjo ninguna reflexión interesante, salvo pensar, cada vez más seriamente, que funcionarían a la perfección como pareja. Hasta tiene una lógica interna: la madre de ella también llegó a enamorarse de alguien que la había dañado... pero no sé cómo quieren armarlo... a Charlie la están haciendo cruzarse con un chango tras otro, a cual más imberbe... no sé si no será precisamente para hacerle valorar al machazo del general Monroe, jajaja!

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    2. Ah, me olvidaba... parece que los guionistas nos guardan un "regalito" con Miles y Rachel para el capítulo que viene... a ver si se ponen un poco en campaña, ya hemos visto a Monroe y a Jason Neville en cueros... ¿para cuándo mi general? ;)

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  2. Este comentario me lo mandó Luana, por privado, ya que no tiene manera de colgarlo aquí:

    No sé si te acordás Gui que momentos después ver el capítulo 3, te había comentado sobre una mirada de Octavio Paz sobre los estadounidenses con respecto a determinados tópicos. Entre ellos tenemos la muerte (les cuesta su aceptación, hablar sobre el tema, el luto, etc.), la sexualidad (demasiados sentimientos y traumas reprimidos) y la violencia. También me acordé de Dolina, cuando reflexionaba sobre la presión impuesta y antepuesta de triunfar, ganar a como dé lugar que conllevan como objetivo (que en dosis equilibradas es positivo) y que me dejó pensando sobre otras cuestiones, entre ellas, lo difícil que les resulta aceptar la complejidad de otras perspectivas y culturas (la solidaridad, la bondad, no siempre es el enemigo), lo que además muestra en cierta medida una gran ignorancia y no hablemos de soberbia. La necesidad imperiosa de ser héroes o salvadores y no permitirse ser seres humanos (debo aclarar que no soy tan obtusa de creer que toda la sociedad norteamericana sea así, de hecho hay grupos que tienen conciencia de todo esto y lo combaten) En fin, podría agregar los extremos: el blanco y negro (creencias, ideologías, etc.), la serie misma se encargó de evidenciar cómo ambas puntas pueden ser abyectas y miserables. Sin olvidar la insensibilidad, especialmente con los más jóvenes. Charlie al perder a su hermano, perdió parte de su alma. Sin embargo, son ellos los que han tenido mayor dignidad; la propia Charlie al ser la voz racional y humana de su tío y el propio Danny al decir un par de verdades a Tom Neville y al mostrar coraje más de una vez, o Jason al enfrentar a su padre y al mismo sostenerlo en los peores momentos, etc. (aunque en esta temporada lo están convirtiendo en un inútil) Para terminar, quisiera expresar cierto malestar con el camino que están tomando los hechos en la serie. Espero que no se convierta en una cadena de horrores morbosos y que no arruinen a los personajes, en especial (para mí) a Aaron."

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    1. Sí, me acuerdo de tu reflexión! Demás está que te diga que tener con quien mirar la serie fue toda una ocasión, jaja!
      Me gusta mucho lo que decís sobre los jóvenes (el alma de docente te traiciona, amiga)...es cierto, los tres que mencionás son íntegros, cada uno a su modo. A Danny todavía lo extraño, a Charlie la quiero muchísimo, aunque a veces me den ganas de acogotarla (como me pasa con mis alumnos, que son similares a ellas), y al pobre de Jason sigo esperando que lo hagan evolucionar dignamente, pero ya ves que estos guionistas son mandados hacer para desperdiciar personajes...
      Sí, coincido en que, tristemente, se está transformando en una tiendita de horrores. Me acuerdo que la temporada pasada también era terrible, pero los espantos eran menos gráficos y más morales. A ver si me explico, no es lo mismo que te muestren cómo desangran a Miles con una especie de bombeador manual, que te lo presenten teniendo una alucinación en la cual charla desgarradamente con el amigo que se ha transfomado en antagonista... Es decir, el horror corría por carriles que eran más humanos, facilitadores de la empatía... en este caso, reitero, están a un paso de la peli de terror bajo presupuesto, en algunos casos...
      Pero bueno, tampoco quiero tirar tantas pálidas... sólo espero que nos respeten a nuestro gordo...

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  3. Hola Guivi!
    Buscando información sobre esta serie en Internet encontré tu blog. Me encantan tus análisis y reflexiones sobre Revolution y me gusta el blog en general (aunque como no veo Juego de Tronos no me entero de esos posts... jaja, si es que tengo un millón de series pendientes por ver).
    La verdad es que al principio de la serie quedé un poco decepcionada, ya que yo me esperaba que narrarían como se las apañaba la gente para seguir viviendo justo después del apagón, y cuando veo que a los 5 minutos de empezar han pasado 15 años... Pero a medida que fue avanzando la primera temporada me fue gustando más, hasta que me enganché! XD
    En bastantes foros y webs de aqui de España ponen verde a la serie, y no me explico porque (debe ser que aqui todos somos muy quejicas o expertos críticos de televisión...) a mi me gusta y no me parece tan mala, aunque algunos fallos y situaciones y hechos imposibles tenga.
    Por cierto, me encantan tus momentos fangirl jaja, a mi desde el segundo capítulo o asi empezó a gustarme mucho Miles (bueno, vale, me encanta). Creo que lo que te pasa con él es muy parecido a lo mío: te gusta el físico del actor (aqui esta guapísimo, en Crepúsculo no me gustaba nada con ese bigote) y la personalidad del personaje (Miles). De todas formas, tengo que decir que a medida que ha ido avanzando la serie, me ha ido gustando más y más Monroe... Es que últimamente se me salen los ojos con él jaja. Pero no sé, yo no lo veo con Charlie, me parece demasiado joven y niña para él, pero bueno...
    En fin, perdona por esta parrafada, seguiré visitándote a menudo ^^. Gracias por tus reflexiones y bye!

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    1. Bienvenida, Yukihime! Es una gran alegría tenerte por aquí, siéntete libre de comentar cuanto gustes...!
      Tal como dices, en un principio supuse que iban a contarnos "el día después" de apagón. Habría sido interesantísimo... y escalofriante, por lo poco que se puede ver a través de los flashbacks... sería bueno que, aunque sea de esa manera, nos siguieran mostrando escenas de esos tiempos, ayudarían a comprender mejor a los personajes...
      De modo que tiene mala crítica... yo conozco muy pocos seguidores de la serie, pero es cierto, cuando nos ponemos a analizarla le sacamos todos los fallos. En lo personal, tengo un defecto muy grande: sobreanalizo todo, todo el tiempo, jajaja! Me cuesta mucho mirar una serie por simple goce estético, o como "chicle mental", aunque lo intento seriamente. Claro, Revolution tiene algunas cosas que no se sostienen ni de casualidad, es ciencia ficción muy blanda... pero gana por otro lado, me parece: todo lo que hace al desarrollo de los vínculos entre los personajes. Eso fue lo que, en realidad, me atrapó de la serie. Sumado a que, muy a su manera, no deja de ser una crítica a la sociedad de consumo... (crítica suave, pero al fin...)
      Y no podemos olvidarnos de Billy, obviamente! Yo lo "descubrí" en esta serie, ni me había dado cuenta que ya lo tenía visto de varios lugares (Crepúsculo y Brigada 49). Pero después empecé a investigarlo, conseguí varias otras series y películas suyas, y caí en cuenta que me afloja las piernas, sea como sea, jajaja! (Lo único que no pude tolerar es el papel de esposo y padre abusivo que hace en la segunda temporada de 24, preferí pasar de eso...) En cuanto a Monroe, y sí, es un bombón! Además, su personaje es interesantísimo, hace una evolución increíble, uno comienza odiándolo y termina queriendo darle un abrazo...
      Me alegro mucho que nos hayas encontrado, y espero seguir leyéndote! Un abrazo...

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