sábado, 25 de enero de 2014

Revolution (2x12), "Captain Trips": ¡Hay equipo!

Y con esta acotación de título futbolera arrancamos el comentario de hoy. En Revolution, por suerte, hay equipo para rato. Por un lado tenemos a la Familia Cabezota, formada por Gene Porter, su hija Rachel y su nieta Charlie, que han demostrado que, cuando hay que ponerse hombro con hombro, las adversidades del pasado quedan en segundo plano. Más que Porter son Porterini, típica famiglia italiana de las que conozco bastante y de cerca.
 Team Porter a full... cabezaduras de gran corazón

 Y este grupete hace buen match con el Equipo Zopapo, integrado por los Generales Matheson y Monroe, así como la nueva adquisición del segundo: su hijo Connor Bennet. Esta demostrado que tenemos locura monroense asegurada para la próxima generación: el pequeño Bennet es... de tal palo, tal chichón, y a mucha honra (encima ha heredado también la apostura del papi, así que hay fangirleo para rato, además...)
 El trío zopapo, o "Los muchachos se la bancan"... piña va, piña viene... digo yo... ¿no será mucha belleza junta, ya?

La semana pasada teníamos la impresión que la historia estaba empantanada. Por suerte, no faltó quien nos comentara que, posiblemente, se trataba de capítulos de transición y, por qué no, de relleno, y que probablemente las aventuras recomenzaran en breve. Visto el episodio de esta semana, tengo muchas expectativas que así sea.

1) El oscuro pasado (y presente) de los Neville.
Hemos tenido ocasión de confirmar algo que veníamos sospechando desde el principio: el cerebro detrás de Tom Neville es Julia. Sin sus ideas jugadas esa familia nunca habría sobrevivido al apagón. Ella era tan capaz de ponerle el cuerpo a los problemas como su marido de degollar a quien se le cruzase para secundarla. De hecho, si Tom se vuelve apto para sobrevivir a cualquier precio, es gracias a Julia. Que es tesonera, nadie se lo quita, aunque además no la quiera por arribista y un montón de otras cosas de ella que no me cierran. Pero, la verdad, nobleza obliga. Y lo cierto es que, en el fondo, ayer como ahora, cada vez que la señora Neville se la juega a fondo, es por el bienestar de Jason. Lástima que, últimamente, le venga saliendo tan mal... ahora sí que tengo expectativas por el capítulo próximo: quiero ver cómo se las ingenian para salir del trance y, de paso, rescatar al pobre muchachito, que ni siquiera pudimos verlo esta vez. ¡Soooo, vade retro, ietattore! No vuelvas a decir que te cae simpático el chico Neville, porque nos lo achuran malamente...
La señora Maquiavelo y su títere, digo, su esposo Tom... 

2) Las nano se ponen hard.
La trama de Aaron va camino de transformarse en road movie. Ahora las nano se han puesto perentorias: si no se obedecen sus tan sutiles "sugerencias", pueden sufrirse accidentes indeseables, como rápidamente descubre Priscila que, habiendo querido separarse de la búsqueda que Pittman acaba de emprender, es disuadida por la abrupta caída de un árbol que no sólo le cortó la retirada sino que casi la aplasta.
Ahora las maquinitas quieren que Aaron se dirija a un pueblito en Texas, y se lo hacen saber por medio de una imagen de Cynthia. Golpe bajo si los hay, él mismo les recrimina que, de todas las "caras" que podían adoptar, justamente eligieran esa, que es la que más le duele porque le recuerda sus errores más fatales.
La pregunta es... ¿qué habrá en el susodicho pueblito? ¿Estará allí el tío de las nano, es decir, el otro amigo que había intervenido en la creación del lenguaje de programación que esta tecnología "habla"? Bien, muchachos guionistas, acá también me engancharon para la próxima...
Mi pobre gordi va de sorpresa en sorpresa... ¡las que lo esperan!

3) Y, ahora sí, hay equipoooooooo!!!!!!
Tengo que advertirles que hasta aquí llegaron mi ecuanimidad y mi capacidad de hacer un comentario imparcial. A partir de ahora sigue un ataque furioso de morochismo. Ahí les va, considérense avisados. Ah, mi negro...
Ah, no, negro... vos me mirás así y después la gente pretende coherencia en lo que escribo... es demasiado...

Como ya vengo sosteniendo desde hace bastante, los patriotas dan asco y no me voy a detener en eso. Ahora sabemos qué contenían las dichosas naranjas adulteradas: las cepas de esta fiebre tifoidea modificada que se está extendiendo entre la población de Willoughby. Rachel, quien ha logrado una paz provisoria con el enemigo, con el objeto de ayudar a su padre y su hija a encontrar una solución para la supuesta plaga, ha podido mediante análisis de laboratorio determinar que todo se trata de un operativo de "limpieza": los infectados son personas con enfermedades degenerativas, o alcohólicos, o adictos, a los cuales evidentemente los patriotas consideran indeseables, y quieren "sacárselos de encima". Pero, obviamente, Truman tiene que mantener la apariencia de la epidemia incontrolable, y por eso pide la ayuda de quienes fueran sus enemigos hasta hace poco.
Rachel haciendo "dos más dos... horror". Detallito que sólo puede ver la loca: esos dos anillos en el dedo correspondiente de la mano izquierda... ¿son alianza y cintillo, o dos alianzas? ¿Se está asumiendo como viuda para que sea políticamente correcto lo que ya sabemos que va a pasar en breve? Jeje...

Ahora entendemos a qué se refería la periodista que habló con Aaron hace unos cuántos episodios... yo calculo que están deshaciéndose de los débiles, para poder más adelante operar sus planes de "reeducación" entre los "especímenes previamente seleccionados". Da escalofríos. Me imagino que a cualquier norteamericano promedio debe darle una grima terrible ver que toda esta movida pseudo-nazi la lleva adelante personal uniformado que luce el emblema de las barras y las estrellas, y esto me lleva a aplaudir a la dirección, porque me parece una decisión ideológicamente arriesgada. Veremos adónde conduce, veremos si "se la bancan"...
El que peor la pasa es el Dr. Porter. Mi pobre Gene, no me importa cuánto hayas metido la pata en el pasado, ni cuán cabeza dura seas hasta hoy, yo te quiero muchísimo. Hay una nobleza y una tristeza tan profundas en ese hombre que no me pueden dejar indiferente. Me conmueve. Y qué actor genial es Stephen Collins, capaz de transmitir emociones tan profundas con tan poco.
El doctor Porter se ha contagiado las fiebres... queda saber cómo, ya que, supuestamente, no se contagian sino que se inoculan mediante procedimientos ex profeso. No me cierra que los patriotas hayan pretendido matarlo así, cuando todavía les es útil. A lo mejor ha sufrido un accidente manipulando a los enfermos, y de esa manera contrajo el mal... no nos lo muestran. Pero, más allá de esto, lo que conmueve es cómo toda esta situación lo retrotrae a la época en que el cólera se llevó a su esposa, quien justamente se había contagiado por querer ayudar a los niñitos que habían contraído el mal. Cabeza dura como su marido (ya sabemos a quiénes sale la rubia...), no se había precavido y esa generosidad desinteresada la había llevado a la tumba.
Todo este trance, enfermedad de Gene incluida, ha permitido la restauración parcial de los lazos entre las tres generaciones de la familia... y ya sabemos que Revolution es la distopía que se pregunta por los lazos familiares: qué tragedia los rompe, y qué tragedia los repara...

Otros que están intentando recomponer el lazo son los Monroe, padre e hijo. Pobre Connor, más de una vez en el episodio debe haberse preguntado por qué moños no se quedó en México. Ahora se ve atado al destino de una pandilla de chiflados poco afectos por su propia vida, evidentemente, ya que se la andan jugando cada dos por tres.
Hay una escena en la cual Bass se lleva aparte al hijo para explicarle porqué hay que hacer lo que Rachel les pide (lo cual, básicamente, es arriesgar el cuello para meterse de contrabando en Willoughby para ir a buscar el supuesto antídoto que allí debe estar oculto). Es algo más o menos así: "Sí, ya sé, hijo, que la rubia está medio loca... pero vaya uno a saber porqué Miles realmente la ama, y si queremos que él nos siga ayudando tenemos que hacer lo que ella nos diga. Y al morocho lo necesitamos para lo nuestro, digo, para restablecer la república, así que venga, hagamos lo que la rubia chiflada quiere..." Toda la escena sólo merece un título, y sería: "Bass le explica el Miloe a su hijo". Te entiendo, Sebastian, yo tuve que explicárselo a Lula y no fue tan sencillo, qué diablos...
La cuestión es que, si bien al principio Connor muestra cierto sano recelo, la sangre monroense puede más y, medio episodio más adelante, ya lo vemos completamente inserto en la dinámica propuesta por su papá y su tío postizo.
Y hablando de tío postizo... ay, cuán enferma debo estar. Cuán insana. No puede ser, pero más bestia se pone mi negro, más muero por él. Fuera prejuicios. Esta vez no me pregunté si era moralmente correcto inocularle a la fuerza a Truman las cepas de la tifoidea para obligarlo a revelar la ubicación del antídoto. No, qué va... habrán visto cómo sonreía Monroe cuando lo veía al amigo "apretar" al incauto patriota (vean la foto que acompaña este párrafo...). Bueno, yo no sé si lo mío califica para sonrisa, pero seguramente era algo así. Nah, estoy perdida. No tengo argumentación racional para explicarlo, pero todo el capítulo fue un relajo de fangirleo. El porte, la forma de caminar, las expresiones... en fin, todo estuvo más que mortal.

Pero la cosa no va a terminar ahí, noooooo... porque después tuvimos el avance del episodio que viene...



ERA HOOOOORA, MI GENERAAAAAL!!!!!!!!!!!!!!!! Finalmente vamos a lo nuestro. Y creo no equivocarme, pero me parece que... ella va a ir al frente, y él va a ser el avanzado. Y mi pregunta es... General Matheson... ¿vos no eras una fiera con las mujeres? En la primera temporada, cuanta mina aparecía había tenido historia con vos. Maggie se salvó porque duró poco. O sea... ¿cuándo te volviste tan lenteja?
Y, además de eso... Bass en cueros nuevamente, chicas!! Hay para todos los gustos. Lo único que me preocupa, como fan del Charloe que soy, son esas sonrisitas de entendimiento entre la nena y Connor... ay, ay, ay, que ya me la veo venir...

Pues eso... a esperar el próximo capítulo. Hay muchos misterios por revelarse...

Ustedes perdonen, pero yo NO PODÍA dejar de subir esta foto... ya, no comento más. Fuente: http://revolutionnbc.net


2 comentarios:

  1. Noo, por favor que no me destruyan el Charloe con algo tan obvio. Noo, no la veo más. El Dr. Gene se comio una naranja? Nadie sabe como se enfermó. A proposito, Capitán Tripps es la pandemia que se inventó Stephen King para The Stand.

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    1. Los de la serie tienen todo un tema con King. El seudónimo que usaba Miles, Stu Redman, también es un personaje suyo. Y bueno, la cuestión de "la torre" como lugar al que todos "peregrinan" tampoco puede ser casual.
      No creo que se tiren a destruir el Charloe. Nos lo van a insinuar, supongo, para tener oportunidad de tiroteo entre padre e hijo, pero no creo que den marcha atrás ahora. Bah, eso espero...
      Es posible que se comiera la naranja, el doctor, pero... sigo preguntándome si les conviene eso a los patriotas, o ha sido un error de cálculo.
      ¿Qué pensás del tema de las alianzas?

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