lunes, 11 de marzo de 2013

Los peligros de ser hija de una fangirl



 
En primer lugar, no se alarmen. Esto no va a ser una catarsis acerca de mi mamá que, por cierto, fue y es bastante fangirl (la verdad es que me crió a base de biberones y música de Alberto Cortez, pero no noto que haya sido un sistema dañino). Que no, que la mamá peligrosa soy yo, y la víctima es mi Lucía.

A veces pienso que la Lula es una mujer de cuarenta años, encerrada en un cuerpo de siete y que daría cualquier cosa por tener dieciséis. ¡Me sale con cada idea peregrina! Al punto que he llegado a preocuparme, cavilando si tal vez (sólo tal vez) la he expuesto desde muy pequeña a estímulos que no son los más acordes a su edad.

Pero que se entienda, no estamos hablando de nada que suponga un riesgo penal. Lucía es la primera niña que apareció en nuestra familia, luego de un largo intervalo generacional. Primera hija, primera sobrina, primera nieta y bisnieta, ha crecido rodeada de adultos. Ha sido mi “compañera de aventuras” desde que la tenía en mi barriga. Dos días antes de parirla, estuve en el cine mirando el estreno del Episodio III de Star Wars, saga por la cual mi fanatismo es legendario.

También me ha acompañado en aventuras más serias. Sentada en su cochecito de bebé, recorrió conmigo las calles del barrio entregando volantes del Partido Humanista, para las elecciones legislativas del 2005. La he llevado a miles de reuniones del ala cultural de ese movimiento (cuando todavía militaba…) Ella hacía dibujitos o miraba películas infantiles mientras “los grandes” planeábamos la revolución no – violenta.

La veta artística tampoco la hemos descuidado. Ha venido conmigo al teatro y a conciertos de todo tipo. Alucinó, por ejemplo, con “Drácula, el musical”, otra cosa de la cual soy absolutamente fan. Ya fui a verla unas cinco veces en los veinte años que lleva desde su estreno. La última, Lula me acompañó. Para mí fue un sueño verla salir del teatro con cara de pisar sobre algodones, igual que salí yo la primera vez.
Juan Rodó en la piel de Drácula. Una de las voces argentinas más hermosas. La foto es de www.laradiomendoza.com.ar


Ella misma es, desde muy chiquita, una fangirl concienzuda. No sé cómo llegó a conocer el universo de High School Musical, de Disney, pero sólo tenía tres años cuando me declaró, muy suelta la niña, que le gustaba “el rubio” de la película (así llamaba al personaje que interpreta Zack Efron). Y no hubo más remedio que llevarla al cine, cómo no, cuando se estrenó la tercera parte de la serie: “La graduación”. Fue muy raro para mí estar allí en calidad de madre, rodeada de peques entre tres y diez años, que prorrumpían en exclamaciones cada vez que le hacían un plano corto al protagonista. La mía, por suerte y supongo que por imitación de su mamá, se mostró bastante discreta: yo veía que se lo estaba comiendo con los ojos, pero ella no decía ni pío.
El melenita que le gustaba a la Lula, allá lejos y hace tiempo. La imagen es de www.justjared.com
 

Aunque la influya en cuanto a series, películas o libros que tengo entre manos, ella conserva un criterio propio a la hora de elegir sus objetos de interés. Por ejemplo, en la época que yo andaba fascinada con las novelas náuticas de Horatio Hornblower, de C. S. Forester, y con la versión en formato miniserie que había elaborado la cadena A&E, llevando agua para el molino del Horatio que interpretaba Ioan Gruffudd, a Lula le encantaba Archie Kennedy, el querible oficial que encarnaba Jamie Bamber. Es que a ella le gustan los rubios, eso es evidente.
Si puedo opinar, uno así de yerno me gustaría... La foto es de www.tumblr.com

A veces se le ocurren cosas que me hacen reír muchísimo. Vaya como muestra, el siguiente dialoguito que mantuvimos hace pocos días:

“-¡Qué ganas tengo de ir al cine, a ver Mamá! – le comento, mientras caminábamos de la escuela a casa.

- Pero… ¿por qué no esperas y la ves en video? – me sugiere.

- Estem… - comienzo a dar largas – lo que pasa es que trabaja el actor que hace de Jaime…

- Ahhhh… - dice, y a los cinco segundos agrega, con una cara de pícara tremebunda - ¡Mamá! ¿Te imaginas si sale en camiseta?”

 

Y es entonces cuando me pregunto… ¿no habrá comenzado demasiado pronto con estas cosas? ¿Qué va a pasar cuando llegue a la adolescencia? Y, lo que me carcome el cerebro, ¿hasta qué punto es responsabilidad mía esta situación? ¿Tendrán algo que ver todos mis fanatismos confesos? ¿La habré influenciado con tanto protector de pantalla plagado de lindos muchachos?

¿Es bueno o es malo para ella tener el permiso explícito de mamá para andar shippeando abiertamente? Más aún… ¿le habré dado vía libre para que desarrolle una inclinación propia, o se la habré inculcado de manera inconsciente?

Conversando del tema con mi propia madre, ella me hizo acordar que yo misma empecé con el fangirlism cuando tenía unos tres añitos. En esa época me encantaba un corredor de autos de carrera que estaba muy de moda en mi país (lamentablemente luego devino político, y terminó de perder el poco encanto que le quedaba), el “Lole” Reutemann. Nadie es demasiado buen crítico consigo mismo, así que, en cuanto a los resultados, no sé si seré “normal”. Lo que sí sé es que no he quedado traumada, ni inmadura, ni incapaz de establecer una relación estable con un hombre “real”, así que tal vez, estoy haciéndome problema por algo que no lo es tanto.

Sobre todo si tenemos en cuenta que los fanatismos que Lula demuestra no tienen que ver simple y llanamente con la veta romántica. Con el tema de Canción de Hielo y Fuego, por ejemplo, le gusta la historia de Arya. Por supuesto, no mira la serie ya que considero que para ella es un espectáculo demasiado fuerte, pero sí me ha encontrado curioseando alguna página de internet con imágenes, y esa nena que usa espada y se viste como un nene le ha llamado la atención. Le he contado una versión bastante light, supongo que cuando crezca me echará en cara que se lo haya transformado en una suerte de cuento de hadas (al final el equilibrio es más que delicado). Le fascinaron, como era de esperar, las historias de los huargos, al punto que los perros que se cruza por la calle se llaman todos Verano, Peludo o Fantasma, dependiendo del pelaje.

En definitiva, resulta todo un desafío esto de criar una fangirl en tiempos de banalización generalizada. De criarla con valores y con respeto por lo artístico, de tratar de infundirle un sentido crítico. Pero es un lindo reto, y en el fondo pocas cosas son más lindas que poder compartir gustos con la gente que uno más quiere.

6 comentarios:

  1. Tu hija debe ser un primor *-*
    Yo creo que es primordial enseñarles a los niños a interesarse por algo, por ejemplo, llevarla al cine incentivará su pasión cinefila, llevarla al teatro ni que decir. Lo mismo que ponerle un libro en las manos, estas abriendo su mente a un mundo lleno de fantasía, que es fabuloso para un niño. La cuestión llegado su tiempo, es que comprenda que cosa es parte del mundo real, y que cosa es solo parte de ese entretenimiento artificial que creamos=)
    Uy, yo crecí viendo animes que supuestamente eran violentos y solo para niños... y creo que no me han afectado...tanto, je ¿.?

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    1. Uno trata de aplicar un cierto criterio, pero lógicamente puede haber errores... afortunadamente, nuestros niños son más inteligentes de lo que uno supone, y rápidamente trazan la línea entre la fantasía y el mundo real. Son los maestros del "hagamos de cuenta que..."
      Y sí, al final se hace mucha alharaca con las cosas que vemos de chicos, y sin embargo tan torcidos no salimos. Nadie se queja si un nene ve el noticiero, y más malos ejemplos que ahí no vas a encontrar...

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  2. Esto lo digo con envidia de la buena, mi gran frustración fue no tener una hija, y soñaba con tener una relación con ella como la tuya con tu nena. ¡D-s bediga a Lula y a su mamá! Si tu hija tiene una madurez superior a sus años, entonces que bonito que compartan los mismos hobbies. A una de mis hijas adoptivas yo le contaba cuentos de terror y Shelock Holmes adaptandolos a sus cinco años, asi que mientras puedas que disfrute de Arya en versión tuya.

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    1. Mujer, la maternidad no es cuestión de parir, es cuestión de sentir "eso" por alguna criatura... una de las personas más maternales que conozco es mi tía, la que se quedó soltera y sin hijos, pero nos hizo de mamá a la mayoría de sus sobrinos en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Yo no puedo dejar pasar un día de las madres sin llevarle algún regalito y festejárselo a ella también. Y estoy segura que tú has entablado ese vínculo con más de una persona. Un abrazo! Si te vienes por Mardel, te presto a Lula...

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    2. Gracias por la oferta! Si, tengo muchas hijas adoptivas. Algunas ya me han hecho abuela. Yo también creo que a las que D-s negó hijos, pero dotó de sentimientos maternales tenemos la obligación de ayudar a criar hijos ajenos.

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  3. Guivi, sorry por estar contestando topics viejos, pero me gusta como escribís así que voy leyéndote de a poco...
    Yo definitivamente las envidio chicas, no tengo hijos y mi relación con los niños (mas aun con las niñas) es un horror, hasta me dan ganas de tirar alguno por la ventana.... al punto de que mi marido me llama "devota de San Herodes"... pero es que no se como relacionarme con ellos, y cuando veo a minas que no son mamás y sin embargo se relacionan tan bien me pregunto: como hacen? sé que me estoy perdiendo de algo, y no se como arreglarlo.... por el contrario me doy joya con los adolescentes, hijos de amigas, hijos de primas...
    no puedo ponerme en tu lugar como mamá, pero puedo ponerme en el lugar de tu hija... mi mamá era una fangirl de los fuertes.... se caso grande y me tuvo de grande y vivió eternamente enamorada y llorando por Julio Sosa, como yo iba a vivir después eternamente enamorada y llorando por Ayrton Senna.... de veras te gustaba el Lole? yo siempre lo detesté... pero ya antes de cumplir 10 años tenía mi habitación empapelada por jugadores de fútbol y corredores de autos de todas las categorías... y sabía vida y milagro de cada uno...
    Como te dijo Male, disfrutá de tu relación con tu chiquita, yo a Julio Sosa le tengo especial cariño, aunque mas no sea porque mi mamá era feliz al escucharlo.... y si el hecho de que mi mamá fuera una fanwoman (que parta esa época ya no era girl) hizo que yo "viviera" como viví los campeonatos de Ayrton, y lo llorara como lo lloré, (y como aun lo lo lloro) bienvenido sea el fan...
    recuerdo que una vez, hablándole de Ayrton a la mamá de una amiga (por ese entonces yo pensaba en escribir su biografía) ella me dijo: como quisiera que mi hija sintiera algo como lo que sentís vos... o sea... es como lo que yo digo sobre mi relación con peques, si no lo sentís te estás perdiendo de algo....
    saludos y otra vez sorry por reflotar notas viejas, trataré de no abusar... je...

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