domingo, 10 de noviembre de 2013

Revolution 2x07: "The Patriot Act". Encontrarás monstruos...

Sabemos que Revolution, como buena ficción post-apocalíptica, tiene un lado oscuro. Ese lado negro relacionado con todo lo más bajo de la condición humana que puede aflorar ante la catástrofe. La serie trata en gran medida, es cierto, de demostrar cómo, a pesar de tanto horror, la otra cara del hombre puede emerger en todo su esplendor. Así vemos que, detrás de los grandes villanos, se esconden tremendo dolores que contribuyen a hacérnoslos cercanos, humanos e incluso queribles. A estas alturas, deben quedar pocos que odien sin más al General Monroe o a Tom Neville. Hemos visto también todo un alegato en favor de la ternura como valor inalterable en la persona de Aaron Pittman. Y también que, cuando hay madera de héroe, no hay errores o vergüenzas que puedan opacar esa verdad para siempre: es el caso de Miles Matheson.
Pero este episodio 7 de la segunda temporada nos puso frente a frente con la monstruosidad absoluta. Y en la peor de sus variantes, esa que me lleva a preguntarme qué estaría dispuesta a ceder en nombre del bien común.

El gran dilema de este capítulo, creo yo, puede resumirse de la siguiente manera: ¿qué ocurre cuando las "personas buenas" se ven empujadas por las circunstancias a avalar acciones atroces? ¿Cuándo podemos hablar de complicidad con el mal? ¿Hasta qué punto vale la justificación de verse acorralado por una situación sobre la cual parece que no se tiene ningún control?

Ese, aparentemente, ha sido el gran debate interno de Gene Porter. El padre de Rachel es un hombre bueno si los hay, de eso no hay duda, pero... en algún momento tuvo que optar, y sus decisiones lo fueron llevando por caminos cada vez más tenebrosos. Él, como médico de su comunidad, se ve compelido a salvar la mayor cantidad de vidas posibles... aún comprándolas a precio de sangre. Los patriotas, con quienes coopera desde años atrás, lo han chantajeado con todo tipo de medicinas. El costo: colaborar con ellos en sus faenas de torturadores, a la hora de conseguir, a como dé lugar, las informaciones necesarias para llevar adelante sus planes.

Y aquí, debo confesar, me toca un tema para el cual nunca voy a estar preparada. Por formación filosófica y moral me manifiesto rotundamente en contra del tormento. Ahí marco yo mi límite. No pido que nadie esté ni a favor ni en contra de lo que voy a decir ahora, no pretendo generar polémica y acepto que haya otras opiniones al respecto pero, en lo que a mí me toca, no puedo justificar bajo ningún punto de vista que exista alguna circunstancia que amerite hacer sufrir a propósito a una persona, en contra de su voluntad, para conseguir el objetivo que sea. Aclaro lo de "en contra de su voluntad" porque todos sabemos que, por ejemplo, hay prácticas médicas que provocan dolor, pero se supone que el paciente acuerda en que debe atravesarlas en busca de un bien mayor.

Pues bien, la tortura no entra dentro de ese último parámetro, al menos para mí. Por lo tanto, las escenas del flashback en que Gene se ve compelido a colaborar con estos monstruos me resultaron durísimas. Al principio, me acuerdo, pensé por qué no se mataba antes de aceptar semejante suplicio (porque es notable que él no concuerda con lo que hacen los patriotas). Pero claro, qué fácil es emitir semejante juicio estando cómodamente instalada detrás de mi PC, en casa... había que estar en los zapatos de Mr. Porter, entender todo lo que este hombre estaba poniendo en la balanza... no sólo en el sentido de lo necesarios que resultaban los medicamentos e insumos que obtendría a cambio. También porque, evidentemente, a esa altura negarse a colaborar lo ponía en tremendo riesgo no sólo a él sino a toda la comunidad que lo rodeaba.

¿Es Gene un monstruo detrás de su máscara de bondad, después de lo que hizo o, mejor dicho, de lo que no pudo evitar? Yo no lo creo... los monstruos son los otros, esos patriotas desaforados que no dudan en llevarse puesta la inocencia de nadie, que convierten a jóvenes mentalmente sanos como Jason Neville en máquinas de matar, que chantajean a un sabio y comprometido médico, con los remedios que tanta falta le hacen a su comunidad. Esos son los verdaderos enemigos. Los hombres como el jefe del "grupo de tareas", cuando le recuerda al Dr. Porter que "ellos son los buenos" y, por lo tanto, no está mal someter a tortura al contrario. Como si el contrario no fuera humano. Como si no tuviera un cuerpo tan diseñado para el amor y la comunicación, para ser herramienta de encuentro con los otros, como el que más... Los verdaderos monstruos son los tipos resentidos como el Dr. Horn, jefe de los científicos patriotas, que intenta rizarle el rizo a Gene, para hacerle creer que él es tan culpable como los torturadores, por haber aceptado participar con tal de ser "el héroe" que conseguía las medicinas. Tiemblo de sólo pensar en cómo va a terminar el doctor cuando deba enfrentarse al desprecio y la desilusión en los ojos de su hija... ¿podrá sobreponerse? ¿Por qué tengo este funesto presentimiento que involucra veneno, una bala en la sien o las venas abiertas con un cuchillo cualquiera?

Me está costando horrores escribir esta entrada, porque tengo que lidiar con mis propios monstruos, con las caras oscuras de una historia familiar y nacional que no siempre puedo mirar directamente a los ojos...

Pero, por suerte, en Revolution están los héroes. Ese héroe mayúsculo y bonachón que es Aaron, y que ahora está en peligro ya que el siniestro Dr. Horn lo tiene en la mira. Me encantó la bravura que supo mostrar a la hora de poner a salvo a su mujer. Puede parecer un tipo por demás afable, pero cuando levanta la voz... hay que escucharlo. Y no viene nada mal, porque en ese universo puesto patas arriba por el apagón y las bombas, la de Pittman es la voz de la cordura.

Sin embargo... los monstruos, siempre los monstruos. Cynthia ha descubierto los poderes pirómanos de su amante... y los teme. Ambos han quedado bajo el cuidado de un recién vuelto a la vida Bass Monroe, quien también tiene una reputación que se las trae. La cara de terror soterrado de Cynthia, hacia fines del capítulo, tiene sus razones.

Lo que me devolvía el alma al cuerpo: la familia, omnipresente protagonista de Revolution. El vínculo Bass - Miles. El lazo imposible de romper entre los Neville, padre e hijo. La química innegable que, poco a poco, va afianzando ese núcleo vincular de hecho que forman Rachel, Charlie y Miles. Falta mucho para que esto se cierre, lo admito, pero esa escena del final, con la madre quebrada en llanto en brazos de su hija, más allá del dolor que encerraba, para mí significó todo un signo de esperanza. La hija, a veces más madura que su mamá, sosteniendo a Rachel y, unos pasos por detrás, el General Matheson montando guardia. Eso es todo un símbolo.

Es que somos una familia muy normalita...

Ahora sí, con los miles de reparos del caso, llegamos a la ZONA FANGIRL.

Una sola cosita: esta foto hermosa del backstage del episodio. No soy team Miloe, para nada, soy Charloe y Miles/Rachel (¿Milchel, será...?) a morir... pero esos dos tienen un ángel especial... fíjense nomás....

Dialoguito en mi imaginación calenturienta: "¿Tas bien, negro?", pregunta mi morocho. "Sí, pero mejor voy a estar cuando me des un besito", contesta Bass. (No me peguen...) La foto es del tumblr de mathesonandmonroe
 
Cómo me gustaría saber de qué se estaban riendo... estos dos pillos son concientes de toda la expectativa que generan, y se lo pasan guiñándole los ojos a los que esperan "romance de generales". Y sí, lo voy a admitir, esa foto era para provocar el calentamiento global, sumando los ardores de las fans de ambos momumentos...

En fin, qué puedo agregar a lo dicho... este episodio me movió las estructuras como casi ninguno... tengo demasiado ruido en la cabeza como para comentar nada más. Veremos qué nos depara el 2x08... y ojalá podamos reírnos y divagar un poco más.







5 comentarios:

  1. Es un tema tan espinoso y del que nadie quiere hablar.
    Como tú, no encuentro excusa para a tortura (mental y física) Y sin embargo me he hallado apoyando regímenes que la usaron. Ese es mi lado negro, mi complicidad con el mal. No los excuso, es una mancha negra para cualquier institución o gobierno, pero también me pregunto que administración no ha echado mano en algún momento a apremios físicos, puede ser a nivel de política de estado o simplemente permitiéndolo en manos de la policía. A pesar de las leyes siempre habrá individuos que utilicen la tortura, a veces por puro sadismo. Lo ideal sería que jamás la usaran porque es inútil, hay otros modos de conseguir información. Además porque degrada al torturado y al torturador por igual. He ahí la necesidad de Horn de convencer a Gene de que es igual a el.
    Como dices no sabemos que haríamos en lugar del doctor. Yo creo que obraríamos como el. Y por eso es que concuerdo que ni es como los Patriotas y que estos son los verdaderos villanos de la historia.
    La cara de Cynthia me puso mal. Hay una gran diferencia entre un político corrupto que usa medios criminales para manejar a la población, y un individuo que de pronto descubre que tiene poderes involuntarios para dañar al prójimo.
    Quedé un poco depre con tu reseña, pero no era para menos y también con un cap. (que aun no he visto, pero me leo todas las sinopsis posible) que entra en terrenos filosóficos que, reiteró lo dicho en mi blog, hacen pensar y eso eleva el nivel de “Revolution”, a pesar de todas sus fallitas.

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    1. Lo que pasa es que quedé tan mal con ese capítulo que no podía hacer una reseña más de mi estilo... no daba para comentarios jocosos. Me sentí horrible de principio a fin del episodio, y al escribir el comentario me volvió a pasar.
      De tus palabras hay algo que rescato por sobre todo lo demás: la tortura degrada al que la realiza. Le hace perder humanidad, y por eso el artículo entero gira sobre la cuestión de lo monstruoso. Para colmo, en mi país está candente la cuestión de la inseguridad criminal y eso lleva a que muchos honestos ciudadanos pidan "mano dura"... lo cual se condice con haber escuchado voces que justifican los malos tratos si se hacen en la lucha contra la delincuencia. Y yo pienso que, cuando se comienza a barajar esa cuestión, por lo menos se pisa terreno fangoso. Creo que en el artículo ya quedó por demás probado mi punto de vista al respecto y no hace falta abundar.
      Lo de Aaron es terrible también, porque la mirada de Cynthia no hace más que confirmarlo en su propia certeza de haber cruzado una línea de la cual no se vuelve. Me resulta tristísimo...
      Y charlando con mi amiga, la "que no comenta", le decía que me costó tanto este artículo porque me sacó de estilo. Es demasiado serio, demasiado oscuro para la loca. La loca tiene eso de decirte algo profundo y, a renglón seguido, desbarrancarse en el delirio fangirl sin solución de continuidad. Creo que esa es mi marca: dejar claro que se puede ser muy serio, mirar el costado comprometido de la vida pero, al mismo tiempo, considerarse con permiso para la liviandad. Bueno, en este caso, el tema no me dio para hablar desde ahí. Pero a lo mejor no es tanto por la problemática en sí, sino por mi trauma personal-nacional con la cuestión...

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    2. Yo también quedé muy mal con tu reseña porque me obligó al autoexamen, pero no había otra manera de que te plantearas en el asunto. Además te lo agradezco, porque asi yo (gran cobarde que soy) puedo sortear el tema cuando me toque y enfocarme nada más que en la fangirl zone. Pero reitero, Revolution se está atreviendo con temas bien controversiales. Curioso, pero en eso recuerda al Viaje a las Estrellas original, y fue una de las razones para cancelar esa serie. Yo creo que ahora debería ser una razón para seguir adelante y usarla como plataforma para debatir temas espinosos.

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    3. Yo amo Viaje a las Estrellas, precisamente por eso! Cuando se planteaban dilemas éticos, que probaban la calidad interna y humana de los personajes, para mí era mayúsculo. Vamos a ver qué pasa con esta serie. Ya para mí, el hecho que se animaran a usar los símbolos patrios norteamericanos dándoles otro contenido fue netamente "revolucionario", mucho más allá del juego de palabras fácil.
      Me alegro muchísimo que en tu comentario de la serie vayamos a poder relajarnos más... esos bombonazos se merecen toda la locura fangirl posible!

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  2. Para seguir pensando el tema, de "casualidad" me encontré con este artículo en la prensa galega:
    http://praza.com/opinion/1446/os-torturabeis/

    ¿Alguien pensó que este blog era pura banalidad? Eso intentamos... pero no hay caso, ché, es tremendo cómo la seriedad y el compromiso social persiguen a esta loca.

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