miércoles, 8 de enero de 2014

De amistad, futbol y otras tragedias cotidianas: La Simetría de los Deseos, de Eshkol Nevo

Fuente: www.alibri.es

La lectura, ya lo sabemos, es una de las actividades más gratificantes que puede emprender una persona. Las razones son infinitas, quizá tantas como lectores existan. Pero creo que vamos a convenir en que una de ellas se relaciona con el hecho de permitirnos viajar a otros lugares, a realidades diferentes de aquellas en que solemos movernos. Leyendo conocemos otras culturas y, a veces, otros tiempos. Leyendo, llegamos a esos sitios a los cuales, tal vez, nunca nos llevarán nuestros pasos. Qué duda cabe, es una manera de viajar, tal vez de las más económicas y al alcance de la mayoría.
Y, si bien los libros han sido puentes para que conozcamos otros planetas, mundos paralelos, universos fantásticos o, sin irnos tan lejos, la sociedad de otras épocas, el ejemplar del cual quiero hablarles hoy no nos hará dar, precisamente, un salto tan largo. Simplemente vamos a trasladarnos al Estado de Israel, y podemos decir que contemporáneo, ya que los hechos se desarrollan aproximadamente a fines del siglo pasado y comienzos del actual.
La Simetría de los Deseos (World Cup Wishes, su título en inglés) es una hermosa novela, escrita por el joven israelí Eshkol Nevo. Y recalco lo de joven, porque este caballero nació en el año 1971. Una amiga mía solía decir que su parámetro para darse cuenta que estaba haciéndose adulta era el percibir que los médicos tenían más o menos su edad, o eran menores que ella. El mío consiste en constatar que los autores de los libros que me gustan son apenas mayores que yo, o sencillamente cuentan mis mismos años. Nevo me lleva solamente cinco... (Fuente de la fotografía: old.scuolaholden.it)
Se trata de la primer novela de este autor en ser traducida al castellano. Se publicó originalmente en 2007, y fue editada en inglés en 2010. Recientemente ha dado su salto al mundo hispanoparlante, y espero que pronto contemos con traducciones de otras creaciones suyas.

La historia trata acerca de cuatro amigos, que se conocen desde la escuela, y se encuentran al filo de la treintena... esos "años de yeso", en palabras de uno de los personajes, ya que durante los mismos parece ser que nuestra personalidad cuaja, y se decide quiénes seremos realmente en la vida: ya hemos elegido un camino, y nuestras posibilidades, aparentemente, se van reduciendo. Hay una suerte de vidas paralelas que ya no podremos vivir, porque nuestras decisiones nos han llevado en otras direcciones. Y de esas elecciones... hay que hacerse cargo. Pero... ¿será tan así? ¿Será que existe realmente un momento en el cual está todo dicho? Bueno, ese es uno de los interrogantes que nos plantea la novela.

Estos jóvenes treintañeros son originarios de Haifa, pero al terminar los estudios se han instalado en Tel Aviv, y cada uno ha ido desarrollando vida privada y profesional. Amijai trabaja en una empresa de seguros médicos, se ha casado muy joven con Ilana, una respetadísima psicóloga, y es padre de gemelos. Ofir es publicista, y se desempeña en una importante firma productora. "Churchill" (a este personaje se lo menciona a lo largo de todo el texto, principalmente, por su apodo, que el autor se encarga de explicarnos en algún momento) es abogado, con un brillante porvenir esperándolo en la fiscalía del Estado. Y Yuval, que es el narrador, y desde cuya óptica vamos a ir acercándonos a este grupo de amigos, ha estudiado Filosofía; no se ha recibido por haber dejado perennemente inconclusa su tesis final, y se dedica a realizar traducciones del inglés, idioma que maneja a la perfección ya que sus padres son judíos británicos emigrados al Estado de Israel.
La ciudad de Haifa... viendo ese mar tan azul y esa luminosidad del aire, sumado a la vegetación... ¡dan unas ganas de conocerla! (www.math.technion.ac.il)

Estos personajes, a primera vista tan disímiles entre sí, están unidos básicamente por dos cuestiones: una historia común y la pasión por el fútbol. Y fue este último hecho el que me permitió empatizar con una sociedad que, de entrada, me resultaba tan lejana. Qué lindo resulta descubrir que, más allá de las diferencias culturales, religiosas e históricas, algo tan sencillo, tan cotidiano y banalizado como el fútbol nos tiende un puente, nos hace sentir en ese otro tan diferente una nota que resuena. De repente, puedo ver algo de mi reflejo en el extraño... y así encuentro un punto desde el cual comenzar a interpretar y captar su profunda humanidad.

Ojo, no soy fanática del futbol ni mucho menos. Cuando hay que decir que uno es de un club determinado, digo que soy hincha de Independiente de Avellaneda, y lo he dicho toda la vida. Después de eso, soy un desastre, porque nunca sé contra quién juega ni cómo forma ni en qué puesto está. Pero me pongo contenta cuando gana y me apené bastante cuando, el año pasado, se fue al descenso. Pero el Mundial de fútbol es otra cosa. En mi país se vive como una fiesta que dura casi un mes. Los partidos de nuestra selección se miran sí o sí, no importa dónde te encuentres. Si estás trabajando, por dos horas se detiene todo y se pone el partido en la tele. Si sales a la calle en ese momento, no te cruzas ni a los perros. Si resulta que en un equis partido te sentaste junto a Mengano y llevabas puesto ese pantalón, y la selección resultó victoriosa... harás todo lo posible para, el siguiente partido, repetir la fórmula, a medias convencido que en esas "cábalas" está la clave de la victoria... o no, pero que pasa como con las brujas, "que haylas... haylas".

Estos amigos reflejan en sus gustos futboleros una realidad parecida. Y en ese reunirse a mirar los partidos del mundial encontrarán la ocasión de llevar a cabo una suerte de juego, que será el motor que pondrá en marcha la dinámica de toda la historia.

A Amijai se le ocurre que, reunidos mirando uno de esos cotejos mundiales, cada uno escriba en un papel tres deseos acerca de cómo le gustaría que lo encontrara el próximo campeonato, cuatro años más adelante. Medio en broma, medio en serio, sus compañeros se suman al proyecto y cada cual delinea tres propósitos pero, para preservar su intimidad, cada uno sólo lee a los demás el primero de la terna.

Y así, nos enteramos que Amijai quiere aprender shiatzu y abrir una consulta de terapias alternativas. Ofir, por su parte, sueña con abandonar su trabajo en la empresa de publicidad y dedicarse, de una vez por todas, a escribir la novela sobre la cual viene cavilando desde hace años. Churchill espera haber podido colaborar con la sociedad, interviniendo en un caso tan relevante que conmueva al medio y lleve a la comunidad a obtener una verdadera mejora en su calidad de vida. Y Yuval... el romántico del grupo, sólo desea que el próximo mundial lo encuentre casado con su amada Yaara. De hecho, sus tres deseos (es del único personaje que, por ser el relator, conocemos la terna completa) están vinculados a plantear una vida junto a la muchacha que es su novia.
Tel Aviv... la gran ciudad donde estos amigos se instalan para recibirse de adultos (www.bloomberg.com)

Pero el destino, si es que existe algo que pueda llamarse así... y al leer esta historia uno tiene sus serias dudas... el destino, o lo que sea, decía, ha dispuesto que esas expectativas se cumplan plenamente. Pero la gracia del asunto es que no las cumplirá la persona que las ha formulado, sino alguno de sus tres amigos. No les quiero adelantar más, porque lo hermoso de esta novela es la manera en que esas vidas se van entrelazando hasta llegar a tejer esa telaraña maravillosa en la cual cada uno de los personajes encuentra su reflejo en los otros.

Me gustaron muchas cosas de este libro. La primera, ya lo mencioné, fue la posibilidad de acercarme a una cultura de la cual conozco poco y descubrir, no sin alegría, muchas más cercanías que diferencias. Otra fue el carácter intimista con que está contada, desde los sentimientos genuinos, desde una suerte de magia cotidiana que siempre me resulta encantadora. Los personajes no son cartón pintado, son seres humanos que podrías encontrarte a la vuelta de la esquina, con sus días excelentes, con sus momentos de bajón, con sus grandes virtudes y con sus defectos mezquinos. Y otra, no menos importante, es el mensaje que transmite acerca de la necesidad de empoderarnos de nuestras propias vidas, de hacernos cargo, de animarnos a caminar en pos de lo que verdaderamente necesitamos, sin tener temor de desenmascarar los sueños falsos en el afán de hallar nuestros verdaderos objetivos vitales.

Mi personaje preferido: Amijai Tanuri. ¿Por qué? Porque tiene un corazón enorme, porque se juega por sus amigos, porque adora a su esposa Ilana y es capaz de hacer cualquier sacrificio con tal que ella esté feliz y se realice profesionalmente, porque es positivo... porque no se deja doblegar ni por las peores tragedias: él hace su duelo y saca del dolor una fortaleza que termina siendo una bendición para todos los que lo rodean y para la sociedad en su conjunto. Y porque es un papá excelente.

Conclusión: si esta novela se cruza en sus vidas como lo hizo en la mía, como "por casualidad", no la dejen pasar. Seguramente tiene algo que decirles... y esperemos que pronto tengamos más noticias de Eshkol Nevo.


 

 

6 comentarios:

  1. Me has tenido haciendo una investigación sobre Eshkol Nevo. Ha escrito mucho, desde cuentos hasta literatura infantil. Este es el primero en ser traducido al castellano. En general le huyo a los novelistas israelíes contemporáneos, o son políticos (y me ofendería si no lo fueran, pero entonces terminan siendo tediosos y panfletarios) o tratan de ser demasiado “normales”, lo que es ridículo en un país perenemente en guerra. La razón por la cual esta novela es la que se ha traducido primero (y veo que la tradujeron al francés, italiano y polaco) es por lo que mencionas, es un libro que llega a todas las personas, ya que posee elementos identificables. La que tengo ganas que traduzcan es "Neuland" del 2011, tiene lugar en Perú.

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    1. Justamente el trasfondo político está, pero esa es otra de las cosas notables de la novela y que, una vez publicado el artículo, me di cuenta que no había desarrollado. Pero aparece como algo más del contexto, aunque se haga referencia a las fronteras, los campos de refugiados y las organizaciones civiles israelíes que trabajan para defender los derechos de los palestinos que se encuentran en ese tipo de zonas. ¿Por qué digo "del contexto"? Porque en este libro el autor logra hacernos ver cómo todo eso que es tan extraño y aterrador, al israelí promedio se le ha convertido en parte de la normalidad. Y me parece que, volviendo a la jerga del fútbol, ese es un golazo de Nevo.
      Evidentemente ha estado en Latinoamérica, porque también menciona un viaje por aquí en esta obra.
      Y me alegro muchísimo si te incentivé a buscar datos sobre este escritor, porque me pasó lo mismo! Espero que pronto tengamos más traducciones disponibles. Como siempre, gracias por comentar!

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  2. Muy buena entrada, me han dado ganas de leer el libro, me encantan eso tipo de historias!
    A ver cómo la consigo!
    =)

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    1. Te confieso que yo la leí de la red, aunque me gustaría tener el libro "en papel"... pero como es bastante reciente, es más fácil conseguir el enlace que el ejemplar físico, en fin...
      Allá por tus pagos también son muy futboleros, ¿no?

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  3. Es mi lectura actual! pero la verdad no me esta enganchando mucho...
    Un beso

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    1. Hola! Qué bueno que me dejaras un comentario! Es una lectura bastante particular, a mi me pareció atrapante desde el principio, pero todo va en gustos, desde luego...
      Saludos!

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